Valledupar atraviesa por su mejor momento, unos aseguran que es por la confianza de la administración, otros por el desarrollo que genera el centro del Cesar con las minas de carbón, pero lo cierto es que además de la cantidad de conjuntos residenciales y edificios habitacionales, ahora se viene una lluvia de centros comerciales.
A los tres centros comerciales que se construyen en la ciudad, se le sumarán Falabella, Megamoll y uno que se desarrollaría hacia el sur de Valledupar.
Según el jefe de Planeación del Municipio, Aníbal Quiroz Monsalvo, hay confianza en Valledupar, “hay un Alcalde que genera confianza, una administración que se la está jugando, se tiene una dinámica carbonífera como la que generan Drummond y Cerrejón, todos esos son factores que hacen que la ciudad sea atractiva para firmas como Pedro Gómez y Amarilo.
En ese sentido viene el Megamoll con un proyecto grande como son los gimnasios bodytech, marca reconocida en Colombia y Falabella que está a punto de cerrar un negocio privado para establecer un centro comercial en el nororiente y también hay unos inversionistas de Barranquilla interesados en establecerse hacia el sur de la ciudad”.
El funcionario manifestó que el tema aquí es de oferta y demanda y estos inversionistas realizan estudios especializados de mercado y seguramente, la disponibilidad pagable, les da para establecerse en el Municipio.
Quiroz Monsalvo explicó que la cartera hipotecaria en Valledupar no crece al ritmo de otras ciudades de la Costa Atlántica, lo que denota la capacidad de pago que tiene la ciudadanía y eso también ha sido tenido en cuenta por los inversionistas que han puesto los ojos en esta capital intermedia.
En la actualidad es construido Mayales Plaza Comercial que está vendido en un ciento por ciento el primer módulo; Unicentro de Pedro Gómez está en venta y en los próximos días inaugurarán un centro comercial en la carrera séptima con calle 16B.
Mientras que los nuevos centros comerciales se ubicarían en inmediaciones de la Universidad del Área Andina, frente a la antigua entrada del hospital Rosario Pumarejo de López y otro en el sur de Valledupar.
Por Sandra Santiago B.
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