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Llovió en el sur de La Guajira

“La lluvia que empezó a caer, inundó la tierra cerrando sus grietas”, verso de la famosa canción vallenata, del desaparecido, compositor patillalero, Octavio Daza, fue recordado el pasado martes cuando un fuerte aguacero, que cayó en horas de la tarde, en todo el sur de La Guajira y que refrescó la zona por más de 90 minutos, revivió la esperanza de ganaderos, agricultores y toda la comunidad, porque además de amainar la alta temperatura, sirvió de aliciente en una época, donde el fuerte verano y la sequía causan estragos en toda la región.

“Aunque un solo aguacero no significa nada, porque los campos están completamente secos y se necesitaría un invierno intenso para recuperarlos, sí sirve para que los arroyos, ríos y jagüeyes, que desde hace varios meses están secos, puedan contener agua y así abastecernos y darle de beber a los animales”, dijo Carlos Núñez, un ganadero del municipio de San Juan del Cesar, quien observaba con regocijo, la lluvia que caía sobre esta localidad e inundaba las calles de la población.

Para algunos ganaderos del municipio de San Juan del Cesar, con el aguacero del pasado martes, se reviven las esperanzas de que seguirán las lluvias y no los acabará la sequía.

De otro lado, el río Cesar que en su paso por el municipio de San Juan del Cesar, estaba completamente seco desde hace aproximadamente dos meses, gracias al aguacero, no luce desolado y estéril, porque el agua caída en sus riveras, hoy , evocando una estrofa de otro vallenato, “corre alegremente”, hacia el Valle del Cacique Upar, mitigando la sed de animales silvestres y domésticos, reviendo la fauna y flora, llevando vida y alegrando los corazones de los habitantes de las poblaciones ubicadas en sus laderas.
Así mismo, los habitantes de los corregimientos de La Junta, La Peña y Curazao, tal vez la zona más afectada por la sequía en el Sur de La Guajira, porque la única fuente hídrica que abastecía el acueducto regional, se secó por ende los tiene sin el servicio de agua desde hace más de cuatro meses, se mostraron optimistas, con el fuerte aguacero que cayó en la zona, que aunque no le cayó al río San Francisco, sirvió para aprovisionarse del líquido y almacenarlo para los quehaceres domésticos.
“Los rezos, aclamaciones y promesas hechas al Todopoderoso y a los santos, fueron escuchadas en el cielo y parece que Dios, al fin se acordó de nosotros, porque, con este aguacero nos está dando muestras de que aún no nos ha olvidado”, expresó Rafael Maestre, presidente de la Junta de Acción Comunal del corregimiento de La Junta.

Por: Jesús Eduardo AriñoFragozo
jesusearino@hotmail.com

Categories: La Guajira
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