Seguramente cuando inició este año, y en los distintos municipios del país los alcaldes tomaron posesión del cargo, era imposible que pensaran que la principal gestión de administración pública del cuatrienio para el cual fueron elegidos correspondería a enfrentar la más grave crisis de salud pública que se conozca a nivel mundial. Mucho menos lo pensarían los actuales secretarios de salud del orden municipal; así como inicialmente tampoco estaba previsto que lo contemplaran los programas de gobierno y los planes de desarrollo municipales.
Seguramente cuando la bacterióloga Lina María de Armas Daza, cursó su pregrado en la Pontificia Universidad Javeriana, o cuando obtuvo en la misma universidad el título de especialista en Hematología en Laboratorio Clínico y en manejo de Banco de Sangre, o cuando se graduó de magíster en Salud Pública en la Universidad Nacional de Colombia, jamás pensó que los conocimientos adquiridos le servirían para enfrentar la pandemia que ha generado la covid-19.
En lo personal, me gusta la gente que asume estudiar, me gusta que se tenga en cuenta la formación académica de una persona al momento de ser nombrada en un cargo público; la secretaria de Salud de Valledupar, Lina de Armas, tiene una buena hoja de vida que además evidencia experiencia laboral. En la crisis le he visto aptitud y la disposición de su conocimiento y de su capacidad laboral, al igual que un buen desempeño en el marco de sus competencias y funciones.
Me gusta que el componente de salud en el orden territorial se trabaje con profesionales que sepan del tema, que los municipios entiendan que esta crisis de salud puede ser la oportunidad para fortalecer sus secretarías de salud, que cada alcalde haga un esfuerzo y conozca bien en su municipio las fuentes de financiación y usos de los recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud. Que Valledupar fortalezca entre su alcalde y su Secretaría de Salud el relacionamiento institucional con el Ministerio de Salud y Protección Social.
Creo que la crisis debe permitir que Valledupar como municipio y como alcaldía vea la oportunidad de decirle al Ministerio de Salud y Protección Social y a la Superintendencia Nacional de Salud que vengan y evalúen al municipio y lo fortalezcan. Que evalúen los gastos de salud y el déficit o no de recursos frente a los subcomponentes del sector.
Lina de Armas, tiene la oportunidad de visionar la temática de salud del municipio en lo que viene, pero en especial la tiene el gerente de todo esto en el respectivo territorio, es decir, el alcalde de Valledupar.
El 2 de mayo de este año, como simple ciudadano fui testigo directo del trabajo del alcalde de Valledupar, Mello Castro González, frente al covid-19 y de la secretaria de Salud del municipio, Lina María de Armas Daza.
Seguramente no soy objetivo, pero los vi entendiendo el momento de la crisis de salud pública, enfrentándola, dando la cara y buscando que las cifras sean menos gravosas que las de otras ciudades intermedias del país.