El muay thai conocido también como boxeo tailandés, es un deporte de contacto, el cual se desarrolla de pie por medio de técnicas combinadas de piernas y brazos.
Este complicado y agresivo deporte lo practica el cesarense Víctor Sheiro Tom Kam Sumida Pacheco, de 27 años de edad, quien nació en Aguachica, Cesar, pero vivió mucho tiempo en Tailandia, donde se nacionalizó y aprendió esta disciplina.
A pesar de tener una limitación física, Víctor manifiesta que eso no ha sido impedimento para ser varias veces campeón mundial.
“Mis rivales siempre hablan de mi limitación, piensan que va a ser fácil el combate, pero la verdad se engañan siempre porque con este (brazo) pego más duro, no es desventaja es una bendición”, expresó Víctor Sheiro refiriéndose a la falta de una de sus extremidades superiores.
Dentro del palmarés del cesarense se destacan cuatro títulos mundiales WKN, campeón en tres ocasiones de títulos latinoamericanos, dos panamericanos y dos nacionales.
“Empecé desde corta edad a practicar este deporte y he acumulado muchos títulos. Muchas personas pensaron que no podía hacer esto pero hoy es mi forma de vivir” puntualizó.
El deportista viajará hoy a Florencia, Caquetá, para disputar la clasificatoria final al Challenger WKN que se disputará en Brasil en octubre.
“Lo estamos preparando muy duro para que llegue en óptimas condiciones a las competencias, es un deportista de mucha experiencia y creemos que va a traer buenos dividendos en sus próximas peleas” dijo su entrenador personal Maiquel Medina, quien lo está preparando desde hace cuatro meses.
El deportista manifestó además que no cuenta con el apoyo de los entes que rigen el deporte en el departamento y en Valledupar, que debe sacar de su bolsillo y de aportes que le brindan algunas empresas privadas para suplir los gastos que demandan las distintas competencias a las que asiste.
Actualmente, la escuela de muay thai ubicada en la carrera 27 con avenida Fundación de Valledupar, cuenta con 60 practicantes, donde a diario se realizan alrededor de ocho horas de entrenamientos.
Por Eduardo Retamozo