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Libros, juguetes y algo más

Definitivamente el tema de moda es la corrupción y cada mañana nos enteramos de un nuevo hecho que se suma a ese rosario de escándalos que sacude al país, el corrupto indiscutiblemente es un criminal, un delincuente y por ello debemos señalarlo sin vacilación ya sea ‘Ñoño’, Bustos, Ricaurte, Musa, Prieto, Andrade, en fin, exhibirlos para que entiendan de una vez por todas que Colombia es menos tolerante con ellos.

El bribón tienen una peculiar forma de expresarse, crean una especie de lenguaje cifrado que le permite enviar un mensaje oculto para que solo la persona a quien se dirige entienda lo que está pidiendo o exigiendo, procurando que su recado no sea comprendido por terceros o por las autoridades. Recordemos el caso de Cartagena que tiene al alcalde Manolo Duque privado de la libertad por cuenta del proceso de elección de la contralora distrital, designación que según las investigaciones de la Fiscalía fue producto de acuerdos u ofrecimientos subrepticios entre concejales, alcalde y la responsable del control fiscal. En las audiencias de legalización, imputación y solicitud de medida de aseguramiento contra Manolo, su hermano y otros procesados la Fiscalía reveló que la elección de la contralora fue un “negocio” y tuvo un valor de 32 libros por concejal; muy ingenuamente podemos pensar que los honorables concejales del distrito de Cartagena son unos vigorosos lectores, enamorados eternos de la literatura clásica, de la filosofía, de la poesía o de literatura moderna y contemporánea, preocupados siempre por mejorar esos discursos que cautivan a su electorado.

En el municipio de Codazzi en la última semana se ha difundido una conversación en la que el alcalde Luis Vladimir Peñaloza muy categóricamente le pide unos “juguetes” a la gerente del hospital de esa población, Amalia Mejía; en la grabación se nota al burgomaestre sumamente disgustado porque la señora Mejía no accedió a la súplica de Peñaloza y eso desató la furia del primer mandatario municipal originando una verdadera crisis administrativa en la E.S.E; ahora bien el señor alcalde debe explicar no ante los medios con un simple comunicado, sino ante la justicia a qué tipo de juguetes se refería o si se trata de ese lenguaje propio de los mafiosos para ocultar intenciones para nada infantiles.

Lo cierto es que esa es la cultura que hoy domina la administración pública, esa forma de hablar exclusiva del delincuente que se refiere a la “vuelta” como todas aquellas maneras para delinquir, para robar, para extorsionar; ese estilo de hablar deformando las palabras cuando nombran a personas que ocupan cargos de alto nivel y así escuchamos hablar del “Procu”, del “Contra”, del “Gober” o “la casa de Nari” como lo dijo alias ‘Job’ en el gobierno de Alvaro Uribe Vélez.

Lo grave del asunto es que es más frecuente escuchar esta jerga de personas que pasan por una universidad, se acostumbran a una forma de expresión que no corresponden a su nivel de estudios y es más característico de los Popeye, pero nada de eso debe sorprendernos en un país que le rinde culto y adoración al dinero fácil con modelos como el sicario de Escobar y nos resistimos a construir una civilización conformada por personas integras en el hablar y en el actuar, por lo pronto continuarán llenando de “juguetes” y “libros” las alcaldías, gobernaciones, concejos, asambleas, congreso, altas cortes y todas las instituciones del Estado.

Por Carlos Andrés Añez Maestre

 

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