La cinta animada de la directora colombiana Marcela Rincón González, que tiene un mensaje contundente sobre el valor de la amistad y el poder de la fantasía, se estrenó el jueves pasado en Valledupar y posteriormente en 93 salas de cine de todo el país.
La historia cuenta la historia de Lila, el personaje de un libro que repentinamente queda fuera de su mundo de papel y atrapada en otro al que no pertenece y solo puede ser salvada por Ramón, el niño que años atrás solía leerla, pero que ha crecido y no solamente ha dejado de leer sino de creer en la fantasía.
La película invita a preservar la memoria para impedir que el olvido destruya los lazos que nos definen y nos unen a nuestro pasado. Es una producción de Fosfenos Media en coproducción con Palermo Estudio de Uruguay y fue realizada en 2D.
Contar esta historia requirió de ocho años y de un equipo de más de 160 personas, entre ellos 80 artistas en diseño, ilustración y animación que crearon 64 mil dibujos que quedaron plasmados en el largometraje.
Otro de los grandes atributos de El Libro de Lila es la parte musical, que reúne dos mundos: los sonidos de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, con el aporte del compositor musical Juan Andrés Otálora y los sonidos de la marimba de chonta y otros instrumentos folclóricos con Hugo Candelario.
Del compositor musical de la película, Juan Andrés Otalora, hay que destacar que es un colombiano radicado en Los Ángeles, Estados Unidos; es compositor, arreglista y productor tanto en música popular como en cine, trabajó para el compositor Joel Mcneely en proyectos como American Dad, de la cadena Fox y la franquicia Tinkerbell de Disney y EuroDisney’s Dreams.
Otálora, además arregló y produjo Fonseca Sinfónico, con este artista y la Orquesta Sinfónica Colombiana ganó un Grammy Latino por Mejor Álbum Vocal Pop Contemporáneo y fue nominado a Álbum del Año, por lo que recibió un Grammy Latino como productor. Actualmente trabaja junto al compositor Jake Monaco en la serie DreamWorks Animation / Netflix Dinotrux.
Lila: un sueño musical
En total fueron cerca de dos meses y medio de un trabajo en el que intervinieron alrededor de 80 personas entre músicos, productores, equipo técnico y demás, y que permitió que, así como visualmente la película tiene identidad propia, la música de la cinta también la tuviera.
“El libro de Lila es algo que no se ha visto antes en Colombia, especialmente porque tiene una animación muy colombiana y una imaginaria muy local. Es una película rica en todo el sentido de la palabra, tanto en la parte emocional como en la visual y folclórica”, aseguró Juan Andrés Otalora.