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Libro de buen amor

Por Donaldo Mendoza

   El «Libro de Buen Amor» es la única obra que se conoce de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. De la vida del autor casi nada se sabe. Entre las razones, hay dos principales: una, en Occidente, durante la Edad Media, solo hombres cultos vinculados a los monasterios tenían el privilegio de escribir, y sus obras eran propiedad de las bibliotecas monásticas, o de algún particular alfabetizado que pudiera pagar a un copista del monasterio una reproducción; dos, como el autor no recibía estipendio por su obra, se interesaba poco o nada de que su biografía fueseconocida. A ello se agrega la censura, que se pagaba en la hoguera, el presidio o el destierro, según la gravedad. En suma, los datos biográficos sobre Juan Ruiz son las pocas pistas que dejó en esta obra. Que nació hacia el año 1283, en Alcalá de Henares, y murió en 1348 o 1351…

   «Libro de Buen Amor», la fecha probable de publicación es 1330. En la Edad Media española es la obra literaria más relevante, escrita en lengua vulgar (castellano), destinada ya a la lectura. Con ella se hace el tránsito del ‘mester de juglaría’, de difusión oral, al ‘mester de clerecía’, que forma ya una escuela: oficio (‘mester’), de clérigos; hombres cultos y conocedores del latín, principal vehículo de cultura en aquellos tiempos. Juan Ruiz deja saber que para su tratado de amor una de las fuentes fue Ovidio (Imperio romano, 43 a.C. – 17 d. C.), autor de «Arte de amar», “una guía para encontrar, conquistar y mantener el amor”.

   Casi toda la obra está escrita en estrofas (cuartetos) de versos alejandrinos, con base en dos hemistiquios heptasílabos, ‘separados’ por una bien marcada cesura, y terminados en rima consonante. Allí está la primera virtud de este Amor, dado que sele podría endilgar alguna monotonía por esa rima repetida en todos los versos; pero no, una vez entrados en escritura van transformándose en primorosa gracia de riqueza musical y fuerza expresiva. Es preciso advertir que esta versificación es el vehículo de una naciente narrativa, con momentos descriptivosque dejan ver oficio: «¡Ay, Dios! ¡cuán hermosa viene doña Endrina por la plaza!/ ¡Ay, qué talle y qué donaire!, ¡ay!, qué alto cuello de garza!/ ¡Qué cabellos, qué boquilla, qué color, que buenandaza!Con saetas de amor hiere cuando los sus ojosalza.» Y hay un prólogo en prosa donde se expone la intencionalidad de la obra: «Y compúselo también para dar a algunos lección y muestra de metrificar y rimar, y de trovar; pues trovas y notas y rimas y dictados y versos hice cumplidamente, según esta ciencia requiere».

  La escritura en primera persona, y forma autobiográfica,sustentan la unidad argumental de esta ‘amorosa novela’. Se advierte, como rasgo original de la obra, el velado propósito dehacer pasar como textos sacros asuntos ligados a amores que son manifiestamente profanos. En ese orden, el autor se vale de la antigua tradición de los apólogos y fábulas, en el claro ánimo de“enseñar deleitando”. 

  Cuentos, fábulas y exemplos que le sirven a Juan Ruiz, elArcipreste, para satirizar usos y costumbres de la época, bajo la férula de la sátira; porque «de lo que dice el sabio no debemos dudar». Y los exemplos vienen por cuenta de dos ‘poderosos señores’ de la época: el dinero y el clero…

Hace mucho el dinero, mucho se le ha de amar:

al torpe lo hace bueno y hombre de respetar,

hace correr al cojo, al mudo le hace hablar;

el que no tiene manos bien lo quiere tomar.

Yo a muchos monjes vi en sus predicaciones

denostar al dinero y a las sus tentaciones;

pero, al fin, por dinero, otorgan los perdones,

absuelven el ayuno y ofrecen oraciones.

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