El alcalde Mello Castro, de Valledupar, anunció hace pocos días la construcción de una biblioteca pública para un gran sector de la ciudad, precisamente en el barrio Rafael Escalona, en la comuna 4, con 40 mil habitantes, cuyo costo es de 1.895 mil millones de pesos. Al tiempo el secretario de cultura del Cesar, el joven Iván Murgas Vallejo continúa entregando instrumentos musicales y dotando las bibliotecas del departamento con el programa ‘El barrio es tu biblioteca’ donde los vecinos luego de leer la obra comparten a otros y así intercambian ideas sobre libros; al menos es la intención y ojalá los resultados sean positivos.
Estos temas, al igual que el viaje de 45 docentes de inglés que fueron a Canadá para perfeccionar su inglés y luego compartir con los estudiantes en sus municipios, estos temas no ocupan los titulares de prensa local, porque ahí estamos pintados, el desespero es saber cuál será el candidato de la casa de gobierno a la gobernación, o si Ana del Castillo suelta otra perlita tipo catapilas de lo que sabemos y ella le agrega énfasis descomunal.
Con la feria exitosa del libro en Valledupar se demostró que hay entusiasmo por la cultura y los libros, compite con el acordeón y el eterno beber de la vallenatía, incluso estamos demorados en crear nuestro propio wisky para no depender de extranjeros siempre con animalitos simbólicos, del caballito blanco de antaño, hoy somos consumidores de perro con perro de manera desesperada, entonces despertar el búho dormido que llevamos por dentro, y entre las damas, aquella lechuza también nocturna que encontrábamos en nuestros viejos caminos, que al menos en las casas de la sala a los patios se pasen pero leyendo.
En el libro ‘El infinito es un junco’, de la española Irene Vallejo, encontramos la historia como los reyes organizaron guerreros, no solo para arrasar pueblos, sino para encontrar y rescatar libros por todo el mundo, en otro texto de Richard Cohen en ‘Cómo piensan los escritores’ puede leerse las manías que han tenido y tienen los escritores para crear sus historias e investigaciones y en algunos escritos de Vargas Llosa, intelectual por excelencia, se preocupa por el futuro de los lectores, habla por ejemplo que las pantallas, parlantes, auriculares sustituirán y con creces la que fue la función del papel, así como este reemplazó al pergamino medieval y este al papiro egipcio y este a la tablilla babilónica.
Debemos entonces los vallenatos es compartir en la tienda de la esquina el reconocimiento del próximo festival vallenato a Iván Villazón, apoyo a la música autóctona del vallenato está latente y aprovechó al tiempo para decirles a mis pocos lectores que dejen de preguntarme por qué no a Alfredo Gutiérrez, cuya respuesta será la misma: Yo tampoco sé.
Como hoy estamos de libreros sueltos y recomendador gratis, que no encomendador, aprovecho para sugerirles algunos libros para iniciar el mes de julio en su segunda semana. Iniciemos con Robert Greene sobre ‘Las leyes de la naturaleza humana’ que encontré por orden de Oscar Martínez, director de El Pilón, quien ha perdido su cabello en el periodismo, pero nunca será un descabellado, ahí podemos encontrarnos como humanos con ejemplos de personajes históricos. Siga con ‘Lo mejor del periodismo de América Latina’, vol II, una selección de Fnpi, (Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano) del fondo de cultura económica, donde los diversos autores nos dan una lección de buenas crónicas y cerrar con ‘El fuego de la imaginación’, de Mario Vargas Llosa, donde los libros, escenarios, pantallas y museos, es una recopilación periodística del nobel peruano, algo así como la nostalgia de ‘La nostalgia de las ciruelas amargas’, del Gabo nuestro. Son 2.505 páginas para que este mes no sea tan veintejuliero, sino al menos haga el chance con el número, mientras aparece el candidato de la casa de gobierno departamental que puede ser Jiménez, como Juan Ramón, el mismo del burrito de ‘Platero y yo’, puede ser Solano, como la bahía chocoana, Arturo como el eterno rey, o Miguel Ángel como el arquitecto y pintor florentino que a propósito murió de infección y asfixia. Ojo al tema. Mejor esperemos alguien que descubra el wisky vallenato para no andar por ahí como perritos blancos y negros. ¡Habrá sorpresas, ya lo verán!