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Ley Anticontrabando: dura pero es la ley

La Guajira y el Cesar son de los departamentos colombianos donde más preocupación ha generado la recién sancionada Ley Anticontrabando, especialmente entre el numeroso gremio de comerciantes que viven de esta actividad ilegal, pero casi que ancestral. Culturalmente el contrabando tiene su lugar en la historia de esta región, la que sobrevive a pesar de las estrategias del Gobierno Nacional para acabar con este desangre a la economía colombiana.

Los comerciantes vallenatos, sobre todo los ubicados en la Galería Popular y sus alrededores expresaron su descontento y protestaron por las calles de la ciudad para que el presidente Juan Manuel Santos no la sancionara. Pero nada que hacer. Dura es la ley, pero es la ley.

Es el momento con esta Ley Anticontrabando de enderezar el camino, especialmente porque fue diseñada como un instrumento eficaz para preservar el empleo formal y perseguir el lavado de activos, que con tanto desespero pidieron los empresarios e industriales. El presidente Santos se enfrenta con esta ley a un gran reto, porque afecta a más de 350 mil empleos, por el cual el país deja de percibir seis mil millones de dólares al año, equivalentes a dos puntos del Producto Interno Bruto –PIB-. Si esa cantidad de empleos están bajo la ilegalidad, ¿qué pasará cuando comiencen a aplicar la Ley? Quedará mucha gente sin empleo, ya los pequeños comerciantes que compran a los grandes contrabandistas y venden en la ‘legalidad’ vislumbran quiebras, a pesar de que la Ley ataca principalmente a los grandes contrabandistas, a esos que les hacen el trabajo de lavado de activos a los narcotraficantes, según dijo un comunicado de prensa de la Casa de Nariño.

El presidente de los colombianos ha insistido y ha dejado claro que esta ley no es contra los pequeños comerciantes, ni afecta a los que trabajan en la legalidad. Las repercusiones sociales son variadas y esos efectos pronto se conocerán. Es oportuno que esta ley tenga mucha difusión y pedagogía para que no genere confusión entre los pequeños comerciantes que parecen estar desinformados.

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