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Lecciones de la crisis por falta de gas natural

Un verdadero drama, que podríamos titular “Volver al pasado”, es el que están viviendo los habitantes de Valledupar, principalmente las amas de casa, por el problema en la tubería que transporta el gas natural a la zona residencial, comercial e industrial de la ciudad.
Los daños en el ducto que trae el gas a la ciudad, ocurridos en inmediaciones del río Cesar, cerca de la población de la Paz, conocidos al medio día del jueves, generaron una suspensión en el servicio de gas domiciliario y esta llevó a las habitantes de la ciudad a volver, como los abuelos, a cocinar con leña, carbón y –algunos pocos- con energía eléctrica, que es más costoso, con todos los inconvenientes prácticos que esto genera.
Son muchas las lecciones que varios sectores debemos sacar de la situación presentada. En primer lugar, y aunque suene “de Perogrullo”, son varias las ciudades de Colombia, Valledupar incluida, que tienen una gran dependencia del gas domiciliario y este servicio tiene sus ventajas, pero también sus desventajas. Hacia el futuro muchos hogares tendrán que pensar en otras alternativas, como la energía eléctrica y los anafes, hoy en desuso, como plan B al interior de cada casa.
En segundo término, si bien es comprensible que se trata de un servicio con un insumo altamente delicado, como es el gas natural, cuyo manejo, transporte y comercialización tiene tantos protocolos de seguridad, con todo el respeto y aprecio que tenemos por la empresa Gases del Caribe, debemos señalar que el problema no se comunicó a la comunidad de manera oportuna y adecuada.
Hay que reconocer que el Gerente de la empresa, Jorge Baute Fernández de Castro, ha sido amable en su atención y trato con los periodistas; pero la empresa debió ser más clara en sus mensajes a los medios y a la comunidad, en general, en el sentido que, independientemente de la magnitud del daño, que además aún no se conoce, por cuestiones de seguridad industrial era necesaria e inminente la suspensión del servicio…
De esa manera, se habría podido organizar un plan de contingencia acudiendo al uso del gas en cilindros, a las estufas eléctricas, al mismo carbón, etc, con anticipación. Hubo muchas dudas, al principio, en las comunicaciones institucionales de la empresa, que sea la oportunidad de reiterarlo goza de un gran prestigio entre la población, según la última encuesta para el Programa Valledupar, Cómo Vamos?.
Otro sector que debe sacar muchas lecciones de la situación presentada es el de los restaurantes, a todo nivel, desde los más elegantes hasta los más populares, y es que no deben depender exclusivamente del gas natural para la cocción de los alimentos, y deben tener otras fuentes de energía alternativa.
Esta misma lección es válida para el sector industrial de la ciudad: en estos tiempos de tanta competencia no es aceptable tener una dependencia de este tipo de servicio.
En medio de la actual coyuntura, a todas luces difícil e inédita para todos, es necesario que las autoridades municipales intervengan para impedir una especulación con los precios del carbón, la leña, el gas en cilindro, como también con los alimentos preparados, ya que muchos comerciantes han comenzado a aprovecharse de la situación para hacer su “agosto”, en diciembre.
Al cierre de esta edición, la empresa Gases del Caribe, no había expedido otro comunicado para informar cuanto más podrá durar el problema y cuanto tiempo estará la ciudad sin el básico servicio del gas domiciliario?. Insistimos, en que se requiere un mejor manejo de las comunicaciones institucionales de la empresa en estos tiempos de crisis, para que – a su vez-, los medios de comunicación, podamos comunicar oportunamente a la ciudadanía, la evolución de la crisis. Esperamos que se resuelva pronto para regresar a la modernidad.

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