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‘Leandrito’, el médico del pueblo de Diomedes Díaz

‘Leandrito’ Sierra, conocido como ‘El médico del pueblo’

Desde niño tuve la oportunidad de conocer al gran Leandrito Sierra, más conocido a nivel nacional e internacional como ‘El médico del pueblo’, seudónimo este que le colocó nuestro ‘Cacique de La Junta’, Diomedes Díaz. Primo de mi mamá, y muy allegado a mi casa, fuimos vecinos toda la vida, además, con mi papá tenía una gran amistad, él hacía parte del ‘Congresito’, que se reunían todas las tardes a debatir todos los temas de actualidad y a saborear una buena taza de café que mi adorada madre preparaba con mucha exquisitez.

Yo era testigo de la gran cantidad de personas que llegaban a su casa en busca de encontrar remedio para cualquier problema de salud que se les presentara, llegaba gente de Patillal, Carrizal, La peña, Lagunita, Los haticos, Badillo, Potrerito y de todos los pueblos alrededor de La Junta. También llegaban indígenas.

Diomedes Díaz fue quien hizo famoso a ‘Leandrito’.

HOMBRE AUTÉNTICO

‘El médico del pueblo’ era picaresco y mamador de gallo, cuando se tomaba sus tragos utilizaba muchas frases que a todos nos hacían reír, por ejemplo: “públicamente!”, “Jiédale a quién le jediere”, “tengo una juma de 7 pisos nomejoñe”,“diablo feo de gustáme”, decía cuando se tomaba un trago de aguardiente o whisky.

Cuando salió la cerveza Costeñita y la Clarita, decía jocosamente: “a mí no me brinden esa botellita de juego, yo quiero es una garrapiño” para decir que quería una cerveza Águila.

TENÍA FANÁTICOS

En una ocasión un compañero de trabajo de San Juan Del Cesar vino exclusivamente a conocerlo, ya que era fanático de Diomedes y quería saludar al gran ‘Médico del pueblo’, pero se encontró al señor Leandro en temple y lo recibió con un apretón de mano muy fuerte y una de sus expresiones picarescas: “ajá y ahora qué? Ya me conociste, nomejoñe, yo estoy ocupao, estoy bebiendo y no tengo tiempo para pendejadas”.

 Así era él, así pasaba su vida, muchos se reían y otros se disgustaban de sus ocurrencias. 

Pueblo de La Junta. 

IGUANA POR GALLINA

Cierta vez invitó a mi papá, al primo Manuel Bolívar Daza, al señor Absalón Ariza, a ‘Alvarito’ Araujo, a mi tío ‘Poncho’ Hinojosa y a otros más a comerse un sancocho de gallina criolla a su finca ‘Las ahuyamas’, ubicada entre La Peña y Lagunita y cuando terminaron de almorzar, les dijo a los invitados: “miren las plumas de las gallinas” y mostró fue los cueros de unas iguanas, pues sus amigos del ‘Congresito’ decían que ellos no comían iguana, y se armó la de Troya, pues mi papá y sus compañeros fueron al gallinero y tomaron al gallo y diez gallinas más y les torcieron el pescuezo diciendo: “bueno, ahora sí vamos a comer gallinas criollas con mampolón a bordo”.

Son de verdad muchas las anécdotas que se recuerdan de ‘El médico del pueblo’, él era todo un personaje y cuando estaba bueno y sano era muy serio y aplomado, pero cuando se tomaba sus tragos era chusco, jocoso, ‘le sacaba punta’ a todo, y gritaba alegremente: “estoy en 3/15 y no me cambio por nadie, nomejoñe”. 

El pueblo de La junta acaba de perder a uno de sus mejores y más queridos hijos, por algo lo eligió durante 10 periodos concejal del Partido Conservador. Paz en la tumba del gran ‘Médico del pueblo’, ‘Leandrito’, ya está en el cielo acompañado de su gran amor: la profesora María Teresa Gutiérrez Maestre, de ‘El cacique’ Diomedes Díaz y de muchos miembros del ‘Congresito’ del que hacía parte como uno de sus principales personajes.

JAIME JOSÉ DAZA HINOJOSA/ESPECIAL PARA EL PILÓN

Categories: Crónica
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