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Las voces periodísticas que ‘apagó’ el covid-19 en Valledupar

A lo largo del ejercicio periodístico se pasa de ser colegas a convertirse prácticamente en familia, por la cantidad y calidad de tiempo que se puede compartir. En esto coincide gran parte del gremio al hacer referencia al dolor y la tristeza que se ha sentido en las últimas semanas como consecuencia de las voces que fueron ‘apagadas’ de manera inesperada por las secuelas del covid-19. 

Desde que llegó esta temible pandemia al país, a principios de marzo de 2020, un total de cinco periodistas han perdido la batalla contra este virus en la capital del Cesar pese a las innumerables cadenas de oración y el esfuerzo médico realizado.

El primero de ellos fue el comunicador social y periodista Wilfrido Lozada Fernández, quien falleció el 26 de noviembre del 2020, a sus 46 años. Había permanecido hospitalizado en una clínica de la ciudad alrededor de dos semanas. 

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Lozada Fernández se destacó en varios cargos, partiendo desde asesorar campañas políticas hasta ejercer la docencia universitaria. Para su fallecimiento era el vicerrector académico de la Universidad Popular del Cesar, sede Aguachica, y docente del Sena. 

El pasado 20 de abril, el periodismo deportivo se vistió nuevamente de luto, puesto que el fallecimiento de Víctor Cobo Solano dejó consternado a gran parte del gremio, en especial a los veteranos, puesto que aunque ya no ejercía el oficio, nunca rompió vínculos con ellos y era recordado por su amor al periodismo y al deporte.

Cabe resaltar que hizo parte de varios medios de comunicación como Ondas de Macondo, Radio Guatapurí y RCN Radio, siendo considerado en este último medio radial como “una lámpara del periodismo deportivo en Valledupar”. 

No se recuperaba el gremio de estas pérdidas cuando seis días después, es decir el 26 de abril, se dio la triste partida del locutor y humorista Blas Alvarado. Era reconocido en el gremio por realizar su programa inicialmente en las madrugadas por Radio Guatapurí, junto al también locutor Fabio Zuleta y José Alberto Daza. En la actualidad laboraba por las tardes en la emisora Cacica Stereo.

Al caer la tarde del lunes 26 de abril, la noticia del fallecimiento de José Luis Parada rebosó de tristeza a los periodistas de Valledupar y el Cesar. ‘El Gordo Parada’, como cariñosamente lo llamaban, dejó un gran legado a las nuevas generaciones, en especial a los que se desempeñan en el ámbito deportivo, puesto que la labor que realizaba y sus análisis en esta área eran de admirar. 

Parada falleció producto de un infarto mientras permanecía recluido en una clínica de Valledupar. Venía presentando un cuadro gripal desde hacía varios días y aunque se le había practicado la prueba para detectar si tenía el virus del covid-19, quedó a la espera de los resultados.

El amanecer del 11 de mayo se tornó triste, un sinsabor dejó la repentina partida de uno de los periodistas más queridos y admirados por el gremio, William Rosado Rincones, quien a sus 61 años perdió la batalla contra las secuelas de este virus. 

Su imponente voz le permitió trabajar como locutor comercial y lector de noticias en Radio Guatapurí, actualmente hacía parte del noticiero La Tribuna del Cesar que se emite por este medio radial. 

Durante los 25 años de experiencia en el ejercicio periodístico hizo parte de varios medios de comunicación como Cacica Stereo, La Voz del Cañaguate, Vanguardia Valledupar, Caracol Radio, Radio Reloj, El País Vallenato y Diario del Cesar, entre otros.

Rosado Rincones era considerado por sus colegas como un maestro de la radio, excelente escritor, y como él mismo se definía: una persona “extrovertida, amante del folclor vallenato, divertido y parrandero”.

ANÉCDOTAS

Aquiles Hernández, reconocido periodista valduparense, en diálogo con EL PILÓN recordó cómo fue que el fallecido William Rosado Rincones conoció el mar y se subió por primera vez en un avión. 

“En ese entonces yo era el mánager de Miguel Morales y Víctor Rey; sabía que a la edad que tenía William, ya adulto, no conocía el mar y tampoco había montado avión, en ese entonces era un personaje ya reconocido. Yo hice un contrato para Aruba y Curazao, íbamos a estar como cuatro o cinco días y le dije a William: “compa’ saque el pasaporte”, porque un periodista debe estar preparado para lo que sea y uno nunca sabe”, relató. 

Entre risas, Aquiles indica que “una vez lo sacó, le dije que tenía un contrato allá y que quería que él fuera el animador, entonces fue una oportunidad de conocer nada más y nada menos que las playas de estos lugares. Nos embarcamos y llegamos a Aruba como a las 11 de la noche, cansados y enseguida a dormir. En la mañana, bien tempranito, se levantó y cuando abrió la cortina ya no vio lo que él pensó era la otra calle llena de luces y otros edificios, lo que vio fue el mar. Y me dice oiga qué pasó con los edificios que estaban anoche ahí, y le digo ‘nombe William esos no eran edificios, esos eran barcos, cruceros del Caribe”

“Cuando fuimos al mar decía que la arena era tan suave como el queso rallado, ese viaje nos dejó muchas anécdotas y momentos de aprendizaje con él. De regreso le mostraba a su señora esposa el pasaporte y le decía si estás fregando mucho aquí tengo el pasaporte y me puedo ir”, rememoró el también periodista Aquiles Hernández.

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WILLIAM ROSADO, EL AMIGO DE TODOS

Para el periodista Edilberto Castillo el paso devastador de la pandemia se llevó a personas muy valiosas para el gremio, quienes con el pasar del tiempo se convirtieron en maestros y ejemplos a seguir de las nuevas generaciones. 

Asegurando que aún no se recupera de estas invaluables pérdidas, para Edilberto “William Rosado era un hombre poseedor de una chispa adelantada y un discernimiento sano. Compartíamos además del periodismo, una forma de vida. Su liderazgo dentro del grupo que él y otros amigos bautizaron como el ‘Club Bololó’ era innegable; ahí dejó un vacío enorme y aún lo vemos aparecer bailando un disco de Calixto Ochoa. Esto ha sido duro e inexplicable, pero entendemos que son los designios de Dios. Mañana dedicaremos 12 páginas de un periódico especial a él, contando sus anécdotas, logros y todo lo que lo hizo un ser muy especial para todos”.

Por: Dannia Delgado Cardona 

Categories: Valledupar
Redacción El Pilón: