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Las vías campesinas, cuesta arriba

Desde la llegada del gobierno Petro mucho se ha hablado de temas como la reforma a la salud, reforma pensional, pero hay un asunto de especial atención para los territorios y el país: la infraestructura vial. Durante la reciente visita del presidente Petro al corregimiento de Media Luna, municipio de San Diego, Cesar, Unaldo Rocha le puso de manifiesto la importancia de contar con vías terciarias, las campesinas, las veredales.

La infraestructura vial tiene altos costos económicos, las cifras se plantean más que en millones en billones. En el Cesar, desde el gobierno anterior, se viene hablando de un plan vial departamental que inicialmente supera los dos billones y medio de pesos para la construcción de más de 600 kilómetros de vías terciarias con proyección al año 2030, frente a lo cual se espera que el Gobierno nacional garantice la continuidad de estas inversiones (se ejecuta la primera etapa, con obras como La Paz – Manaure, en el norte).

Hacer vías en Colombia ha sido históricamente un punto débil. Carreteras en mal estado, insuficiente mantenimiento y falta de inversión han limitado el crecimiento económico y la integración regional. Para Petro, abordar esta situación implica una estrategia integral que combine inversión pública, del sector privado. Superar sus prevenciones frente a este sector de empresarios sería fundamental pues los mandatarios deben encontrar fuentes de financiamiento sostenibles para impulsar proyectos de construcción y mantenimiento de carreteras. No está mal como lo ha pensado el gobierno además de los peajes aplicar la contribución de valorización. Priorizando, por supuesto, la transparencia en la asignación o contratación de recursos y la ejecución de las obras públicas para evitar repeticiones como el fantasma Odebrecht.

Para el caso, en lo rural, debe asegurarse la construcción de esas vías. En San Diego se recordaron Los Encantos-Manaure, Tocaimo- Transformación carretera nacional, entre otras. Para tener una idea, esas vías pedidas demandarían en placa huella una inversión superior a $100.000 millones en ese solo municipio. Qué no decir del resto de la geografía departamental. Como las de la despensa alimentaria de Valledupar y la región.

¿PERDIÓ LA GOBERNADORA UNA OPORTUNIDAD?

En el muy elogioso discurso de la gobernadora Elvia Milena Sanjuán hacia el primer mandatario, se recordó una inversión genérica de $1,5 billones en el Cesar. Nos quedamos sin saber de qué se trata. Si corresponden a una fase adicional del Plan Cesar- Guajira, si incluye un Plan Vial II -con las aludidas vías campesinas- o un Plan de Infraestructura educativa; o una cofinanciación a proyectos formulados por los municipios en diferentes sectores, incluido el de acueductos y saneamiento básico.

Olvidó la gobernadora exigir que el primer compromiso del gobierno central con el Cesar es con los proyectos listados en el Plan Plurianual de Inversiones del Plan Nacional de Desarrollo, PND, que incorpora las dobles calzadas de Valledupar a San Roque y a Maicao, Ocaña-Gamarra, entre otros. De paso, en qué quedó el tramo faltante Codazzi- Cuatro Vientos.

De esos proyectos del PND ni anuncios ni estudios y diseños conocemos; más tardías serán las obras físicas del gobierno Petro en sus prácticamente dos años de administración.

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Redacción El Pilón: