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Las ventajas de una corona en el Festival Vallenato

Por: Pepe Morón Reales
Pepe.moron@elpilon.com.co

El Festival de la Leyenda Vallenata, además de ser un evento de amplio atractivo turístico, que mueve miles de millones de pesos en la economía local, es un concurso en el que hombres y mujeres compiten detrás de un sueño.

Para muchos participantes ganar la corona de Rey vallenato, es un triunfo que viene acompañado de una serie de interesantes beneficios.

Los competidores descargan en las notas de su acordeón, las letras de sus canciones o en la rima de sus versos, esa lucha por alcanzar la dicha que les produce estar entre los mejores. Con el fin de entender qué se esconde en el deseo de un ‘Rey Vallenato’ en todas sus categorías, EL PILON buscó la historia de algunos de los que lograron este título. 

Rey de varias coronas 

Entre los profesionales que portaron la corona está Álvaro López, un samario, que pertenece a una de las dinastías más importantes de este folclor.

Este acordeonero, que se encuentra radicado en La Paz desde hace muchos años, hijo del quinto Rey Vallenato Miguel López Gutiérrez, a quien desde los 14 años le sigue sus pasos en el arte musical. Triunfó por primera vez en el Festival en el año de 1976 como Rey Aficionado, logro que repite en 1979, y se corona Rey Vallenato en 1992 en las bodas de plata del Festival de La Leyenda Vallenata.

Según el Rey, sus triunfos en el Festival de la Leyenda Vallenata están directamente relacionados a sus triunfos profesionales y ayudaron a que su nombre brillara con luz propia y no con la de su padre y tíos, intérpretes que ya tenían carrera en el Vallenato.

Para López el pueblo sabe que se debe al festival por eso, él es muy agradecido con la Fundación. Luego de sus triunfos en este concurso, las páginas más importantes de su historia las escribió, según el músico, al lado del cantante vallenato Jorge Oñate, con quien ganó varios Congos de Oro en el Carnaval de Barranquilla.

La corona le abrió puertas

El Rey de la categoría Juvenil Lucas Dangond, ganó en el 2009, las llaves que le abrieron puertas en el mundo comercial logrando obtener importantes contratos para presentaciones en público. Consiente de la importante plataforma que es el Festival Vallenato, Dangond participó por primera vez en el año 2006 en la categoría Juvenil.

Ese primer concurso, en el que pasó sin pena ni gloria, fue solo el inicio de su carrera festivalera. Según comentó el joven talento, a partir del año 2008 clasificó a la ronda final y se quedó con el tercer lugar.

Según el acordeonero, una de sus principales virtudes es la perseverancia. Con esa premisa y las ganas de ganar, sigue su preparación para la meta que tenia de ser Rey Profesional del Festival y volver a escribir su nombre en el imborrable libro de los ganadores.

Reyes de la Canción

Dentro de los reyes festivaleros también están los ganadores de Canción Inédita. Esos que en las letras de sus composiciones dejan, no solo el sentimiento que los inspira a relatar sus historias con cantos, sino también el deseo de dar a conocer su trabajo en uno de los más importantes eventos del país.

La historia de esta categoría deja inmortales himnos que se quedan grabados en la mente de quienes disfrutan de este concurso.

El compositor Félix Carrillo, ganador en 1999 del Festival de la Leyenda Vallenata con el Son “Mi Pobre Acordeón”, contó que su camino al triunfo no ha sido fácil. Según el compositor guajiro, su carrera ha estado marcada por su participación y su vinculación al concurso vallenato.

Con voz de orgullo, Félix Carrillo cuenta que fue finalista de la Canción Inédita, en el Festival de la Leyenda, en los años 1978 con la canción Adiós Infancia, 1979 con Recuerdos Infantiles, 1980 Mí Terruño y 1981 con el tema Yo Soy.

Carrillo es un claro ejemplo de lo que puede lograr una persona por medio de una vitrina de marca mayor como es la Fundación y su Festival. Tal como él lo refería, sus obras han sido grabadas por artistas reconocidos como Diomedes Díaz, ‘Beto’ Zabaleta, Jorge Oñate, Alfredo Gutiérrez, Carlos Narváez, Gregorio Oviedo, Romualdo Brito y los Hermanos Zuleta Díaz.

Además de eso, Carrillo Hinojosa ha tenido una relación intima y estrecha con la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia, Sayco y la Academia Latina de la Grabación, LARAS, creadora y organizadora los Premios Grammy Latinos de la Música en Estados Unidos.

  •  El Festival Vallenato sirve como vitrina para que acordeoneros y artistas muestren su talento y coticen su trabajo.

 Si uno es Rey, lo ven mejor

Para Luis Mario Oñate, Rey de la Piqueria en 1989, este es el máximo reconocimiento que puede tener un verseador del folclor vallenato. “A uno se le abren puertas y si va a seguir concursando a nivel de festivales, es mejor visto porque esto representa estar entre los favoritos”. Aunque después de ser Rey de la Piqueria, Luis Mario volvió a participar en el Festival de la Leyenda Vallenata, no obtuvo de nuevo el galardón pero si ganó en los demás festivales en los que concursó.

“Gané todos los festivales en los que me presenté y la última vez que participé en el de la Leyenda Vallenata, fue hace trece años”.

Este improvisador dice que aunque lo suyo es el verso, actualmente se desempeña como cantante porque según él, la Piqueria te abre puertas solo solo a nivel de festival o de presentaciones privadas.

Reyes del acordeón

El concurso de acordeoneros en todas las categorías es el que le permite a los participantes obtener no solo una sino varias coronas a o largo de su trayectoria como ejecutantes. Es el caso de los reyes Profesionales, Ciro Meza, Raúl Martínez, Orangel Maestre, Hugo Carlos Granados, Juan David Herrera, Harold Rivera, y Sergio Luis Rodríguez quienes en su respectiva época fueron reyes infantiles y/o aficionados.

Estos acordeoneros, en su mayoría, pertenecen a reconocidas agrupaciones musicales exitosas que han dejado en alto la música vallenata.

 

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