La prostitución es según la sabiduría popular, uno de los trabajos más antiguos. Algo que según Jaime ‘El Cacha’, se debe a la capacidad que este oficio tiene para adaptarse al momento por el que pasa.
“Cualquier lugar es bueno para tener deseos íntimos” dijo ‘El Cacha’ y agregó que por eso el negocio ya no se limita a las calles o a los lugares de mujeres que se exhibían en mesas de baile y luego se asotanaban con los clientes.
“La clave son los celulares y las redes sociales” señaló Jaime y explicó en qué consiste este nuevo negocio: Según dijo, el primer paso es conseguir las jóvenes que son ofrecidas; tarea que explicaba, no es difícil ya que el prototipo de mujer vallenata gusta mucho y el pago puede superar los $200 mil por noche. Es por eso que en su mayoría, son jóvenes de sectores de estrato uno, dos y tres.
Después, él y una ‘red’ de colaboradores que incluye, algunos estilistas, dueños de bares, representantes artísticos y amigos con alto nivel social y vida nocturna, crean cuentas en plataformas de comunicación como el ‘Pin’ o ‘Whatsapp’ en donde colocan fotos de las mujeres que son ofrecidas usando ropa interior o trajes de baño; así agregan a los posibles clientes. Siendo el boca a boca el principal modo de publicidad empleado.
Tal como este personaje lo narra, las redes están compuestas por aproximadamente 20 personas y cada uno de ellos maneja un grupo de 3 a 5 ‘damas de compañía’. El costo de este servicio en el mercado, es de $100.000 a $400.000, monto que varía, dependiendo de la dama seleccionada, del tiempo de la compañía y hasta del usuario que los contrate.
“Una vez que ya el cliente tiene el Pin o el número de Whatsapp, entonces nos dice lo que quiere” explicó Jaime y dijo que a partir de ahí empezaba la etapa de negociación.
“Siempre la primera pregunta es por la chica que uno tiene en la foto… pero casi nunca está disponible”. De esa forma, el cliente y el proxeneta rompen el hielo e intercambian pormenores de cómo sería la transacción: el tiempo, la hora y lugar de encuentro y el costo del servicio.
Las damas solo cumplen con la tarea que les es encomendada, no manejan el dinero ni arreglan los detalles del servicio.
Aunque esta forma de negocio sexual funciona todos los días de la semana, ‘El Cacha’ dice que los viernes y sábados son los días con mas ‘transacciones’.
Según calcula, un fin de semana puede tomar hasta 15 pedidos, con un promedio de 250.000 por cliente. Un número que se puede duplicar cuando es quincena o hasta triplicar en fechas particulares como el Festival de la Leyenda Vallenata.
Servicio para todos los gustos
Contrario a lo que podría pensarse, este servicio no es solo para hombres. No solo porque hay mujeres que contratan una compañía femenina, sino porque en los últimos meses, también se ha dado apertura la prostitución masculina. Una practica que utiliza el mismo esquema operativo y que crece en demanda.
Según comentó Jaime, hay puntos estratégicos, donde los jóvenes ofrecen sus servicios. Estos sitios son: los bares visitados por la comunidad LGBTI; parques como Garupal y el Viajero y en zonas como la Fuente y los Poporos. Hasta allí él los va a buscar, en caso de necesitar sus servicios.
“Los muchachos son mucho más flexibles… algunos no cobran sino que van a cambio de que les inviten una botella o que les tiren la liga”.
Dijo Jaime quien señaló que hay expendedores de droga que ofrecen a sus clientes la compañía de uno de estos jóvenes a cambio de que les compartan un poco de la droga que han comprado. Lo que en números significa que por $10.000 o $15.000 tenía acceso a la droga y a un posible compañero sexual.
Marco Legal
La Corte Constitucional, en la sentencia T-629/10, afirma que el ejercicio de la prostitución es parte del libre desarrollo de la personalidad y que, al no estar prohibida ni constituir delito, se la puede ejercer de manera razonable y proporcionada. Desde el punto de vista laboral, reconoce en el trabajo sexual el contrato ‘realidad’, protegiendo los derechos fundamentales al trabajo, la seguridad social, la igualdad, la dignidad y el mínimo vital.
Ahora bien, hay que recordar que el Código Penal prohíbe cualquier clase de proxenetismo. Hasta ahí se entiende que el marco legal estipula la prostitución como un acto voluntario de subsistencia.
En la sentencia T-620 de 1995, la Corte Constitucional dice que es inmoral más no ilegal, y en la T-629 de 2010, con ponencia del magistrado Juan Carlos Henao, establece los derechos de las trabajadoras sexuales, con salarios y prestaciones.
Según el abogado vallenato, especializado en derecho social y de familia, vinculado a Profamilia, Sergio Calderón, este tipo de comercialización es relativamente nuevo en Valledupar, por eso se está buscando la forma de contrarrestarlo pero dentro de lo que el marco legal permite.
Con esto aclaró que el Código de Policía establece que las Asambleas Departamentales y los Concejos Municipales podrán reglamentar lo relativo a la prostitución sujetándose a los preceptos de este estatuto y a los reglamentos que dicte el Gobierno Nacional.
Las instituciones
Las entidades encargadas de inspeccionar a la población que presta servicios de sexo, como la Secretaría de Salud, están encargadas de garantizar las condiciones mínimas necesarias para la prestación del mismo; algo que en casos como el de la prostitución por medios electrónicos, se dificulta teniendo en cuenta la informalidad de este.
Al ser indagado por el tema de prostitución mediante redes sociales, el secretario de Salud Municipal Holmer Enrique Jiménez Ditta, aseguró que este es un tema prioritario para su despacho y que están adelantando los censos necesarios para actualizar las bases de datos de las personas con las que se está trabajando.
Por otro lado, dijo que el trabajo que está realizando la Secretaría, se apunta a vigilar el cumplimiento de los requerimientos legales que se establecen para que los bares y negocios nocturnos, funcionen como corresponden y dentro del marco de la ley.
Por Pepe Morón Reales
pepe.moron@elpilon.com.co