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Las quejas más recurrentes en el servicio de salud

Según datos de la Defensoría del Pueblo, el ministerio público recibe al menos 30 quejas provenientes de usuarios en el Cesar.

A Orlando Villamil Gómez, un reconocido ganadero de Ariguaní, Magdalena, le diagnosticaron hace ocho años problemas de hipertensión y graves afecciones de diabetes.

Con el paso del tiempo su estado de salud empeoró y su físico comenzó e emitir graves señales de alerta. En agosto de 2010 sufrió un infarto como resultado de una recia obstrucción en la vena aorta.

En aquella oportunidad, el hombre que ahora cuenta con 67 años, los médicos determinaron que debían practicarle una operación de corazón abierto. Sin embargo, pese a los riesgos en este tipo de intervenciones, el procedimiento fue todo un éxito.

Asegura que bebe cumplir al pie de la letra un detallado y estricto tratamiento para evitar recaídas, pero con el pasar del tiempo fue permeado por miles de inconvenientes y trabas por parte de la EPS a la cual pertenece. El hombre de barba poblada reconoce que durante el procedimiento quirúrgico no tuvo inconvenientes, sin embargo, las trabas aparecieron después de la operación. Según él, “comenzaron a mamar gallo con la entrega de algunas drogas; que se agotaron, que espere, véngase la otra semana, que cambiaron el horario de entrega. En fin, miles de respuestas que hacen que uno se mame”.

Pero el más importante para cumplir a cabalidad con sus terapias es el clopidogrel, un agente antiplaquetario que permite hacerle frente a la aparición de coágulos en la afección arterial. “Me mandaron supuestamente para la farmacia que está autorizada y allá me dicen que no hay orden de entrega porque hay una deuda pendiente”, aseguró don Orlando Villamil, mientras a pleno sol hacía fila para por enésima vez tratar de reclamar sus medicamentos.

El anciano dice que los achaques han empeorado en los últimos meses, situación que lo llevó a comprar las fórmulas con plata de su bolsillo. “Yo hablo mucho con el cardiólogo que me atendió y me insiste que no puede dejar de tomarlo para evitar una afección peligrosa. Fue franco conmigo, me dijo que corría el riesgo de sufrir una trombosis o una isquemia cerebral”, advirtió.

Pero la preocupación de Orlando Villamil va más allá de la simple porque asegura que “de los seis medicamentos que me recetó el médico, me quieren entregar solo uno o dos. Me parece una falta de sensatez porque el tratamiento se debe cumplir completamente. No los puedo interrumpir porque sería un riesgo para mi salud”.

Las autoridades

Historias como la de don Orlando Villamil se repiten diariamente en el municipio de Valledupar y departamento del Cesar, tal como lo reconoce la Defensora del Pueblo, Regional Cesar, Denia Esther Zuleta Castilla.

“Las dificultades para acceder a las órdenes en la realización de procedimientos y exámenes especializados son las quejas más frecuentes que llegan a la Defensoría del Pueblo, en ese mismo orden aparecen las falencias en la entrega de medicamentos y viáticos para pacientes y sus familiares”, reveló la funcionaria.

Según Zuleta Castilla, “Medimas, antes Cafesalud, es la EPS que más quejas tiene por parte de los usuarios, le siguen Saludvida y Coomeva, mensualmente recibimos un promedio de 30 quejas, en Valledupar tenemos el mayor índice. En el tema de tutelas, al año atendemos 600 acciones de salud, aproximadamente, 45 por mes con una incidencia de desacato de 25”.

En el informe se detectó que los niños y personas de la tercera edad son los de mayor incidencia en las quejas que se reciben en la Defensoría del Pueblo.

“Nosotros tenemos una oficina de atención para trámites de quejas integrada por funcionarios capacitados y dispuestos a recibir este tipo de situaciones, en el departamento contamos con 91 defensores públicos dispuestos a hacer respetar el derecho a la salud a través de acciones pertinentes”, puntualizó Zuleta Castilla.

¿Qué dice salud municipal?

Sobre el tema, la secretaria de salud municipal, Claudia Margarita Zuleta, afirmó que “las quejas más frecuentes están relacionadas con el acceso a la red de prestadores de servicio, muchas veces el paciente no encuentran en Valledupar el nivel de complejidad requerido para el tratamiento de su afección y son remitidos a otra ciudad y las demoras que se puedan presentar en el proceso hacen parte de las quejas de las usuarios. Incluso aun habiendo los niveles de complejidad requerido en la ciudad, las EPS no tienen habilitada la red por razones de orden administrativo o financiero lo que también se convierte en barrera para el paciente y una de las quejas más frecuentes”.

La jefa de la cartera de salud reveló que mensualmente recibe entre 38 y 45 quejas relacionadas en el aseguramiento en salud o garantías de la prestación del servicio.

“Si miramos los registros de la Secretaría de Salud Municipal nos quedamos cortos en las cifras respecto a la realidad, reconocemos que hay un subregistro porque muchos no ponen las quejas.

En gran flujo está la Nueva EPS, Medimas y Coomeva, la mayoría de las ocasiones los usuarios tienen la razón porque hay barreras por parte de algunas EPS, hay serias dificultades en el flujo de recursos entre aseguradoras y empresas prestadoras por lo que estas últimas cierran el servicio y se convierte en un problema para el usuario”, advirtió Claudia Zuleta.

Sin embargo, la Secretaria de Salud Municipal reconoció que “hay un alto porcentaje de situaciones en que los pacientes desconocen las reglas en el sistema de salud y a veces se quejan por temas que no pueden resolverse dentro del mismo”.

Datos de la Superintendencia

El último informe presentado por la Superintendencia Nacional de Salud en Valledupar reveló que el 2016, hasta el mes de octubre, recibió al menos 4.429 quejas por aparentes malos servicios prestados por las EPS en el departamento del Cesar, 2.582 de ellas fueron hechas en la capital.

Las cifras fueron reveladas en el marco de la reunión sostenida ayer entre el Superintendente Nacional de Salud, Norman Julio Muñoz, y algunos usuarios de la capital.

En el régimen contributivo, la desaparecida Cafesalud lideraba el potencial de inconformidades en el Cesar con 664 quejas, mientras que del subsidiado la Nueva EPS presentaba 89, en el mismo territorio.

Respecto a las quejas más comunes, el informe de la Superintendencia Nacional de Salud asegura que la restricción a la libre escogencia de la EPS por parte del usuario es la denuncia que en mayor proporción se presentó con 401 en el mismo periodo de enero a agosto de 2016. Le sigue la falta de oportunidades en la asignación de citas de consulta (379 quejas). En el tercer rango porcentual aparecen las deficiencias en la entrega de medicamentos con 254 situaciones.

Aunque la sigla EPS forma parte de las conversaciones cotidianas de los colombianos, son pocos los que saben exactamente qué significa. Las Entidades Promotoras de Salud (EPS) fueron creadas en 1994 y desde entonces están a diario en boca de los ciudadanos. Se cree erróneamente que las 48 compañías que se dedican a este trabajo son las que prestan los servicios de salud, pero en realidad esta es labor de hospitales, clínicas y centros médicos. Lo que hacen las EPS es ser las intermediarias entre los pacientes y los prestadores de los servicios.

Los inconvenientes

Si tiene inconvenientes para que su EPS le autorice un tratamiento o un examen de diagnóstico, no está satisfecho con la atención que recibe, o cualquier otro caso, puede interponer una queja ante las autoridades que vigilan a las empresas prestadoras de servicios de salud, para que sean sancionadas por el incumplimiento de sus obligaciones.

El trámite no tiene costo y no requiere de abogado.

Según evaluación anual por desempeño del Ministerio de Salud, publicada por El Tiempo, de 48 millones de colombianos, 15 millones reciben una atención apenas normal.

La mayor parte de quienes están asegurados obligatoriamente a una EPS prefieren acudir a la droguería del barrio o ‘aguantar’ el dolor, antes que recibir atención médica en una clínica u hospital.

Lo anterior, porque cada vez es más frecuente escuchar que fueron mal atendidos o conocen el caso de alguien que acudió enfermo y fue devuelto por la enfermera con la fórmula de una pastilla de acetaminofén para calmar el dolor. Muchos prefieren quedarse callados, no volver y advertir del caso a sus conocidos.

¿Cómo quejarse?

Existe un procedimiento para poner la queja que incluso puede servir para mejorar el servicio en las instituciones o para encontrar responsables que pueden ser castigados.

Paso 1

Cada entidad debe tener habilitada una ventanilla de atención al usuario a donde debe acudir. Si fue por el servicio debe dirigirse a la IPS (hospital o clínica), si la queja es de origen administrativo, debe dirigirse a la EPS.

Paso 2

Lleve a la mano los documentos para hacer su reclamo, como son: carta contando su caso, copia de su cédula, dirección y número telefónico de contacto.

Paso 3

Si no obtuvo respuesta o no es convincente, presente el asunto en la Superintendencia Nacional de Salud (si el caso ocurrió en Bogotá) o en la Secretaría de Salud Municipal de su ciudad.

Paso 4

La entidad considerará si es pertinente hacer una inspección del lugar y de comprobar la queja procederán a tomar las medidas administrativas del caso.

Estos pasos son de cumplimiento cuando la situación médica puede dar espera. Pero si se trata de una atención de urgencia, esta debe resolverse de inmediato, señala la Supersalud.

Si el problema radica en la negligencia médica, un tribunal de ética juzgará la situación y podría quitarle al doctor su tarjeta profesional, que en la práctica quiere decir que nunca más puede ejercer su actividad. A la institución donde se podrían imponer sanciones hasta de 2.000 salarios mínimos mensuales, dijo Supersalud en una nota publicada por Portafolio.

Según evaluación anual por desempeño del Ministerio de Salud, publicada por El Tiempo, de 48 millones de colombianos, 15 millones reciben una atención apenas normal.

Por Nibaldo Bustamante/EL PILÓN

 

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