¿Por qué los atracadores están matando a la gente en Valledupar? ¿Por qué no se conforman con robar los objetos de valor, sino que están robando vidas? A estos interrogantes los peritos de la seccional de
Investigación Criminal de la Policía en el departamento de Cesar les han encontrado respuestas con situaciones que además develan un grave problema de salud pública, como es la falta de controles a la venta de medicamentos.
Somese, Rivotril, Zolpiden, Xanax, Lexotan, Lorazepam y Anafranil son algunos de los medicamentos de control utilizados para tratamientos de ansiedad y en pacientes psiquiátricos que solo deberían ser expendidos con formula de control médico, pero que ahora están son utilizados por los delincuentes para drogarse antes de cometer sus fechorías.
Según el jefe de la Sijín de la Policía en el Cesar, mayor Edwin González, el Rivotril- clonazepam- es uno de las pastillas más utilizadas por los atracadores en esta capital.
“Las fuentes de información nos han revelado que los bandidos para poder cometer el hecho delictivo se estarían drogando con este tipo de sustancias y hemos detectado principalmente el consumo de Rivotril, y en algunos casos lo mezclan con el alcohol, lo que resulta una bomba de tiempo porque actúan como zombis y por eso el delincuente a veces no recuerda el hecho que realiza al estar bajo estas sustancias, básicamente para perder el miedo”, contó el oficial.
En el mundo, surgen cada año nuevas drogas que ponen en peligro la salud física y mental del adicto, pero la preocupación de la Policía como una de las principales responsables de la seguridad y la convivencia ciudadana es que el peligro no es solo para el consumidor sino para quienes están en su entorno.
“Al aguardiente le tiran cinco pepas y eso es lo que se toman para luego salir con un arma a atracar, esa es la moda ahorita entre los bandidos. También son personas con nervios, van asustados de que algo pueda pasar y cualquier movimiento de la víctima puede generar que ellos disparen, pero hay más riesgos cuando están empepados”, dijo uno de los investigadores del área de homicidios de la Sijín.
Agregó el investigador que aunque las pastillas llamadas ‘pepas’ estén de moda, sigue siendo alto el consumo de sustancias psicoactivas tradicionales como la marihuana, el bazuco y la cocaína.
“Esto es grave porque cuando sus víctimas se oponen ellos en medio de su somnolencia y euforia no miden las consecuencias y si van armados accionan las armas”, advirtió.
Caso real
“Tenía los ojos rojos, parecía no estar en su cinco sentidos, estaba exaltado y primero golpeó a Elkin con el arma, no había necesidad y le disparó en la cabeza”, así recontó a las autoridades uno los testigos del crimen de Elkin de Jesús López González, músico asesinado el pasado 22 de agosto, a las 5:30 de la mañana, por un atracador frente a su residencia en la calle 7A con carrera 21 del barrio La Esperanza de Valledupar.
López González regresaba a su casa con varios integrantes de su familia luego de haber estado en una clínica con su esposa, pero infortunadamente fueron abordados por dos motorizados; uno con un cuchillo y otro con un arma de fuego.
Teniendo en cuenta los relatos de los testigos, los investigadores que asumieron el caso presumen que el delincuente que disparó a López González estaba drogado y aunque las autoridades ofrecieron una recompensa de cinco millones de pesos por información que permita capturar al homicida, a la fecha no hay resultados.
Sin control
Los medicamentos de control utilizados para tratamientos de ansiedad y en pacientes psiquiátricos que solo deberían ser expendidos con formula médica, sin embargo, son comprados en diferentes droguerías de Valledupar por personas dedicadas a cometer hurtos.
“Un ejemplo, si una pastilla vale mil pesos, hay gente irresponsable que la venden sin formula a cinco mil”, dijo un farmaceuta consultado por EL PILÓN.
Ante este panorama el jefe de Inspección, Vigilancia y Control de la Secretaría de Salud del Cesar, José Alberto Aroca, reconoció que pese a los estrictos controles hay droguerías y médicos que no cumplen con los protocolos de comercialización de medicamentos controlados.
“Hecha la ley hecha la trampa. Para distribuir esos medicamentos debe haber una autorización de la Secretaría de Salud y deben reportar mensualmente los medicamentos que han entregado mediante una relación y la copia de la formula médica con recetarios oficiales, para nosotros llevar el control”, explicó el funcionario.
Además dijo que en la ciudad también circulan medicamentos de contrabando por lo que es más complicado controlar la venta de las pastillas “en el mercado negro”.
¿Sabía usted que…?
El clonazepam es un fármaco de tipo benzodiacepínico que actúa sobre el sistema nervioso central, con propiedades ansiolíticas, anticonvulsionantes, miorrelajantes, sedantes e hipnóticas.
Se comercializa bajo los nombres de Rivotril, Klonopin, Ravotril, Clonagin, Zatrix, Neuryl, Diocam.
“Hemos detectado principalmente el consumo de Rivotril, y en algunos casos lo mezclan con el alcohol, lo que resulta una bomba de tiempo porque actúan como zombis y por eso el delincuente a veces no recuerda el hecho que realiza al estar bajo estas sustancias, básicamente para perder el miedo”: mayor Edwin González, jefe de la Sijín en Cesar.
Cifras de homicidios en Valledupar en lo que va del año, según la Policía Nacional.
87 homicidios: 19 en atracos, entre víctimas y victimarios: 23 sicariato: 15 intolerancia: 5 ajuste de cuentas: 3 pasionales: 1 enfrentamiento Policía: 2 accidentales: 16 por establecer: 3 venganza
Por Martín Elías Mendoza
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