Por Imelda Daza Cotes
Según la Organización Internacional del Trabajo, OIT, la pensión a que tienen derecho los adultos mayores debe ser “una auténtica prestación social, suficiente, permanente, integral, para toda la vida y hereditaria” y no condicionada al hecho de haber contribuido tributariamente al Estado, lo cual quiere decir que aún a las personas que nunca estuvieron vinculadas al mercado laboral debe garantizárseles una pensión; es lo que se conoce como la Pensión Básica Solidaria(PBS) que ya algunos países latinoamericanos han implementado en aras de la solidaridad y la armonía social
El desarrollo demográfico ha llevado al envejecimiento del mundo. Hoy, 1 de cada 10 personas tiene más de 60 años. La población de la tercera edad aumenta proporcionalmente y ello debe exhortar a los gobiernos a tomar las medidas que aseguren el bienestar de todos los ciudadanos. En Colombia apenas un 34% de la población adulta mayor percibe alguna pensión, es decir, la cobertura es mínima, otro indicador de desigualdad social
En algunos países desarrollados la tasa de natalidad se ha reducido drásticamente y por esa causa son cada vez menos las personas en edad de trabajar en proporción al número de pensionados. Latinoamérica es, sin embargo, un continente joven, la población económicamente activa es 7 veces mayor que la población en edad de pensión lo cual permite la implementación de la PBS en vez de los asistencialistas subsidios a la tercera edad. Es cuestión de voluntad política, pero contrario a ese mínimo de equidad social lo que se hace en Colombia es garantizar los privilegios y las gabelas en favor de ciertas minorías
Es ofensiva la “feria” de pensiones exorbitantes que hábilmente consiguieron altos funcionarios, congresistas y magistrados que no conformes con los elevados salarios que tuvieron durante su vida laboral se las ingeniaron para hacerlos vitalicios y por supuesto hereditarios. Hay pensiones superiores a 40 salarios mínimos, mesadas de 31 millones de pesos, mientras el 92% de los pensionados reciben entre 1 y 5 salarios mínimos; estos pensionados pobres contribuyeron igualmente con sus aportes a fortalecer los Fondos que hoy favorecen a los privilegiados. Son esas injusticias las que estimulan toda clase de sentimientos malsanos, envidias y odios que acentúan los conflictos e impiden un mínimo de armonía social
Pero, ojo!! el bullicio promovido por los medios a propósito de las escandalosas mesadas no es tan bien intencionado como parece, pues busca veladamente desprestigiar los fondos públicos que son vistos como corruptos, mal manejados y así el gobierno utiliza el hecho para ambientar otra reforma e insistir en la privatización de los fondos de pensiones a favor del capital financiero internacional. Se promueve un atentado contra los fondos públicos que son mayoría(92%) en el mundo y contra los regímenes convencionales que mediante disposiciones especiales protegen a algunos grupos de trabajadores y funcionarios públicos. El Estado evadiría así su responsabilidad social y dejaría en manos de empresarios privados y de los propios trabajadores la responsabilidad de la pensión. Se busca nivelar las pensiones “por lo bajo” de manera que la mayoría de los futuros pensionados pasen a percibir mesadas de salario mínimo, además se quiere elevar la edad de pensión, incrementar las cotizaciones mensuales y las semanas a cotizar. Sería una reforma retrógrada que castigaría severamente a los sectores de medianos y bajos ingresos y ni qué decir de los desempleados, de los trabajadores informales, o de los contratados bajo las engañosas figuras de la flexibilidad que constituyen el 72% de la mano de obra activa. Es una situación explosiva. El llamado Trabajo Decente es muy escaso en Colombia
Se impone un debate sobre política laboral y social integral que a partir de una reforma tributaria elimine la injusticia distributiva, rectifique las enormes inequidades, aumente la cobertura pensional mediante la implementación de una PBS que proteja contra la indigencia, elimine los subsidios a pensiones elevadas, establezca un régimen pensional basado en la universalidad, en la solidaridad social y en la equidad
El gobierno argumenta que el déficit fiscal le impide disponer de recursos para esto. Pero no es el régimen de pensiones la causa del déficit sino más bien el oneroso costo de la deuda pública y sobre todo el altísimo gasto militar. Definitivamente la Paz es la prioridad