En diciembre reviven muchas tradiciones que avivan la magia de la época navideña; la noche de las velitas, las cenas del 24 de diciembre, los tradicionales buñuelos y los regalos de Papá Noel, así como las infaltables novenas de aguinaldo que unen a vecinos y familiares.
Esta costumbre que inicia cada 16 del mes y termina el 24, de acuerdo a la religión católica, hace eco a los nueves meses de gestación del niño Jesús que nace.
En cada barrio de Valledupar un hogar abre sus puertas para recibir a niños y adultos, estas novenas de Navidad, las realizan más allá de conservar la tradición como un homenaje a Dios.
María Helena, una vallenata de corazón y sanjuanera de nacimiento cuenta como vive año tras año esta hermosa tradición.
“Me encantan las novenas, ya tengo más de 15 años haciéndolas, esta costumbre la adquirí desde muy niña con las novenas que mi mamá acostumbraba hacer en casa, y de mi padre, quien me leía la Biblia en forma de cuento. Luego se la trasmití a mis hijos y ellos hoy en día a mis nietos”, manifestó.
Convoca a los niños de la cuadra para enseñarles pasajes de la Biblia, canciones y rezos católicos con la compañía de su hija Milena Daza y su hermana Claudia.
Así como ella, muchas personas se reúnen con sus familiares y amigos durante nueve días alrededor de esta celebración que invita a reflexionar sobre la identidad y el sentido de ser cristiano.
Por Jennifer Polo / EL PILÓN