Esta semana la Corte Constitucional de Estados Unidos invalidó la sentencia Roe Vs Wade poniendo fin a 50 años de protección al derecho de las mujeres a abortar de manera legal.
Este hecho no es algo menor, es un enorme retroceso en la lucha feminista pero además pone a la mujer en un lugar muy vulnerable, a merced de leyes estatales que pueden judicializarlas por decidir sobre su cuerpo. Esto sucede cuatro meses después de que la Corte Constitucional de Colombia en su sentencia C-055 decidiera despenalizar el aborto hasta la semana 24 de gestación.
En el mismo día que se produjo la derogación de Roe Vs Wade en Estados Unidos, en Colombia el Ministerio de Justicia pidió la anulación de la C-055, lo que seguramente no será el último intento por reversar la decisión.
EN LA REGIÓN
En Valledupar el tema se discutió desde una perspectiva moral y religiosa sin entrar a reconocer la realidad. Reinó el discurso católico-cristiano y elitista desconociendo que el Cesar tiene uno de los indicadores más altos de embarazos adolescentes no deseados.
Según cifras del DANE desde el 2018, la cifra de adolescentes embarazadas ha ido creciendo, en su mayoría entre los 12 y 19 años de edad (El Pilón, 2021). ¿Quién puede ser una buena madre a los 12 años? ¿Por qué tienen que obligarlas a serlo?
De conocidos, amigos y hasta artistas famosos leí y escuché argumentos como “por qué no pensaron en eso cuando abrieron las piernas”, “tan fácil que es cuidarse”, “usen condón”.
Estas frases no pueden sino salir de un mundo privilegiado que tratan de imponer en otro mundo en el que no existe educación sexual, en el que hay violencia intrafamiliar y violencia sexual, en el que no hay acceso a la salud, y mucho menos a métodos anticonceptivos.
SIGUE EL TABÚ
En donde hay niñas que todavía sin entender que lo que les pasó fue una violación, son obligadas a ser madres por una sociedad que no les garantizó el derecho a ser niñas. Incluso en ese mundo privilegiado desde el cual les dicen a las mujeres “cierra las patas”, la educación sexual sigue siendo tabú. Nos da vergüenza hablar del tema.
VOZ PRESIDENCIAL
La desafortunadísima frase del presidente Iván Duque “Me preocupa que estemos facilitando que el aborto se convierta casi en una práctica anticonceptiva, algo regular y recurrente” solo podría haberla dicho un hombre al cual la vida lo ha tratado con guantes de seda y que evidentemente no tiene ni idea del trauma que implica para una mujer tomar la decisión de abortar. De hecho, no tienen ni idea lo que es un cólico menstrual para empezar.
Razonamientos como “por qué lo aborta si lo puede dar en adopción” no considera por un instante lo que supone para una mujer llevar a término un embarazo durante 9 meses sin haberlo podido elegir libremente.
Es pedirle que se someta a una tortura durante esos 9 meses, para que la sociedad pueda estar tranquila y feliz a costas de su sufrimiento y su dolor. O incluso, el costo económico que tiene un embarazo para una mujer en situación de pobreza.
Es una mujer que seguramente no tiene como ir a ver a un médico, aunque sea gratis, porque tiene que trabajar, porque si no trabaja, no come ese día o porque sencillamente no tiene cómo transportarse.
POSICIONES DIVERSAS
Y el argumento más misógino de todos “el derecho a nacer del no nacido”. El derecho a nacer de alguien que todavía no ha sentido amor, ni ha soñado con la posibilidad de salir adelante por encima del bienestar y de la vida de la mujer, por encima del derecho a ser niñas, a educarnos, a decidir ser madres cuando estemos preparadas física, económica, mental y emocionalmente. El mensaje es que el feto es más importante que tú mujer, que ya vives, piensas, sueñas y amas.
Estas son frases que solo se pueden lanzar cuando no se es capaz de ponerse en el lugar de una mujer que sabe que no tiene otro remedio que abortar, y está tan convencida de ello, que está dispuesta a poner en riesgo su vida para hacerlo.
LA PROHIBICIÓN NO LO EVITA
Creer que, prohibiendo el aborto las mujeres dejarán de abortar, y se le protegerá un derecho al no nacido, es una tesis totalmente ajena a la realidad del 42% de la población colombiana y del 58.3% de la población del Cesar que vive en la pobreza.
Quien necesita abortar lo hará, lo único que estarían prohibiendo sería la opción de realizarlo de forma segura.
En Valledupar el aborto es un tema que aun produce miedo en el debate público, “no suma votos”.
En lo personal, al anunciarse la sentencia de la corte, busqué opiniones que me ayudaran a tomar una decisión de voto para Senado y Cámara y lo único que encontré fue miedo a sentar una posición ajustada a la realidad, silencio absoluto.
Con cierto desespero busqué entre las candidatas mujeres y entre las actuales concejalas y diputadas alguna opinión y encontré más de lo mismo.
¿Quién puede liderar las causas feministas en una sociedad tan mojigata como la nuestra? La discusión social tenemos que hacerla las mujeres, ya que por definición somos las únicas que podemos abortar; independientemente de que sea legal o no.
MARIANA OROZCO BLANCO/ ESPECIAL PARA EL PILÓN