Esto de la equidad del género es un debate abierto en todos los campos. Por ejemplo, el folclor vallenato poco tiene en cuenta a una mujer artista, llámese cantante, acordeonera o intérprete de otro instrumento.
El vallenato es machista, esa es una realidad. Pero las mujeres no logran ser claves para la música de acordeón, algunas intentaron sobresalir pero no alcanzaron el éxito, solamente Patricia Teherán, integrantes de ‘La Diosas del Vallenato’, marcó un ‘alto’ en el camino.
Patricia Teherán Romero falleció el 19 de enero de 1995 en un accidente automovilístico. La artista se trasladaba en su automóvil de Barranquilla a Cartagena cuando en el sitio conocido como Lomita Arenas (Bolívar) se presentó el siniestro que acabó con su vida.
Evocando épocas, Rita Fernández y ‘Las Univesitarias’ llegaron a sobresalir, pero a nivel local en el mundo del vallenato; mientras que en los últimos años Adriana Lucía incursionó bien con su voz, pero terminó por retirarse y emigró al pop y a fusiones caribeñas, con el porro como base.
Basado en su experiencia, el trirrey Vallenato, Alfredo Gutiérrez, dice que sencillamente las mujeres no triunfaron porque “el vallenato como la ranchera son géneros machistas”, destacando que a pesar de llevar todas las expresiones del alma; romántica, costumbrista y vivencia, las letras de las canciones no dejan de basarse en el licor y en las características del hombre.
“Para cantar en el vallenato se necesitan voces fuertes, una voz amachada como la de Celia Cruz, por ejemplo. En el vallenato nada más Patricia Teherán, porque Rita Fernández hizo un intento pero quedó más bien como una excelente compositora”.
El ganador de los festivales vallenatos en 1974, 1978, y 1986, señaló que no le molestaría ver una mujer de nuevo incursionado en el vallenato, pero “que cantara el vallenato legítimo, el clásico costumbrista que reúne todas las cualidades”.
“Eso nunca va ocurrir, y para mí sería una gran complacencia, pero resulta que para ser un buen acordeonero se necesita mucho ajetreo y eso no se va hacer en una universidad, sino en la parranda”, dijo en una entrevista el compositor Rafael Escalona, cuando se le preguntó si una mujer podría triunfar como acordeonera o pudiese ser Rey Vallenato.
Mientras que el locutor de Olímpica Stéreo Valledupar, Javier Fernández Maestre, declara que las mujeres no han tenido éxito “porque quieren cantar y tocar como hombres”, siendo “Patricia Teherán exitosa por cantar como mujer, de resto ninguna funcionó. Adriana Lucía más o menos pero se desvió del estilo”.
En el vallenato hay canciones con letras sublimes como ‘Sombra perdida’, de la autoría de Rita Fernández Padilla y que fue grabada por ‘El Binomio de Oro de América’.
“Este es un folclor machista porque los autores son hombres y hay pocas mujeres compositoras. Hay otras buenas pero están en La Guajira como María José Ospino. Creo que Rita Fernández y ‘Las Universitarias’ funcionaron pero a nivel local en Valledupar, en Colombia no conocieron ese proceso”, agregó Fernández Maestre.
Desafiando estos conceptos, las mujeres siempre han buscado su espacio en las competiciones vallentas. Por ejemplo, Fabri Meriño, fue la primera mujer que concursó en el Festival de la Leyenda Vallenata en 1970, cuando Calixto Ochoa se alzó con la corona de Rey. Meriño, era hermana del también acordeonero Osmel Meriño, quien grabó con intérpretes como Elías Rosado y Silvio Brito.
La historia del festival también deja ver a Maribel de los Ángeles Cortina Fonseca, a quién siempre se recuerda por dar la batalla en el certamen, pero que nunca ha ocupado un lugar de honor. Pero en el 2007 se rompieron todos los conceptos machistas, Yeimi Arrieta, se coronó como Rey Vallenato en la categoría Infantil.
El campo del vallenato está abierto, hay muchas figuras nuevas sumergidas en este género pero no encuentran el éxito y menos el renombre de fenómenos como Kaleth Morales con su ‘Vivo en el limbo’, que lo hizo en poco tiempo.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILON
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