Podrían ser fácilmente un canto, seguramente el maestro Escalona se habría inspirado en ‘Las monedas de Patillal’. Cuando las vi en el centro comercial Guatapurí no presté atención pero de pronto reconocí la cara del ‘Chiche’ Maestre, con su frente despejada de bardo incólume y le grité emocionado a mi esposa: ¡mi amor es ‘El Chiche’! ¡Y este es la leyenda Rafael Escalona! y enseguida don ‘Toba’, José Hernández, Fredy Molina, Octavio etc.
Pero… y dónde está el maestro Nicolás Maestre, quiero ver ¿cómo quedó? ¡Ay carajo! Y… ¿dónde está Edilberto Daza ‘El Patillalero’ de sepa y no veo a Rodrigo Álvarez, mi amigo, ¡Aja! y Fredy Peralta? ‘El Charro’ ¿dónde están? Inútil seguir mirando, vino a mí el poeta y emanó en mi pensamiento una metáfora: ¡Nojoñe Ombe! El que rompió la alcancía dejó ir monedas por el piso y no se dio cuenta.
Pero la lógica manda y me repliqué: ¡No que va! Unas monedas tan grandes y de tanto valor nadie las deja perder así ¿Cómo así? eso debe ser que todavía las están acuñando, siempre regresaba al antiguo Carrefur a ver si ya estaban las monedas de mis amigos allí y nada.
El día que me encontré a Fredy Peralta le pregunté: ¿Compadre Fredy ¿y usted por qué no está en las monedas de Patillal? Repuesta: -Compadrito parece que yo no valgo una moneda y por eso no me pusieron. -Compadre ¿y su legado en el canto? Nada más tomemos dos ejemplos, la interpretación magistral que usted le hizo al merengue ‘Las islas Canarias’ y al paseo ‘El dolor de cabeza’ de El Cacique’ Diomedes Díaz, y tantas otras, además ese son de su propia autoría que interpretan en todos los festivales vallenatos.
Compadre ‘Chendo’ creo que no tengo repetirle la respuesta. -No, no compadre, claro ¡que no! -Compadre ‘Chendo’ cambiando el tema, me alegra mucho que ‘El Morre Romero’ haya puesto su academia musical Dinastía Romero aquí cerca a mi casa- ¡aja! le quedó cerca compadre Fredy hasta luego. -Bueno compadre ‘Chendo’ que Dios lo cuide y me lo bendiga. -Igual Fredy.
Colocadas las monedas en Patillal, pasé y las vi, pensé: Se ven bonitas pero esas cuentas están fallas, ahí faltan monedas y espero que los patillaleros de buena fe y el mismo que las ideó no nos vayan a quedar debiendo las otras monedas que también son de oro; la realización fue excelente y aplaudo esa idea tan genial de su autor, sobre todo porque es un reconocimiento original distintito a tantos bustos que desfiguran la imagen del personaje que se está honrando, pero al libro musical de Patillal no se le pueden omitir páginas.