Desde siempre la acequia Las Mercedes ha sido el tormento de los habitantes del barrio Villa Luz, no solo porque en la temporada de lluvias se presentan los desbordamientos e inundaciones en las residencias, sino por la contaminación que constantemente tiene el afluente.
Hace poco Rubi Acuña, habitante y propietaria de ‘Variedades Rubi’, fue una de las víctimas de los desbordamientos de la acequia. La comerciante recuerda que la madrugada de aquel domingo fue angustiosa, “eran las 12 de la noche cuando me desperté para ir al baño y cuando pongo el pie en el suelo pisé pura agua, ahí empecé a caminar por toda la casa y todo estaba inundado, entré al negocio y estaba peor porque el agua me había mojado toda la mercancía, perdí uno cinco millones de pesos aproximadamente”, expresó la mujer a la que le tocó construir un muro alrededor de su residencia para que no ocurra lo mismo.
Manuela Peña vive hace diecinueve años en este sector, donde asegura que el único inconveniente es la acequia Las Mercedes. “Cada vez que llueve se desborda, en esa acequia tiran toda clase de basuras, colchones, zapatos, de todo, y cuando se desborda esa basura llega a nuestra casa”, contó Manuela, quien así como Rubi y todas las familias que viven en Villa Luz, tiene muros de ladrillo y cemento alrededor de su vivienda para evitar que el agua entre cuando se desborda la acequia. “Me tocó hacer ese muro porque se me daño varias veces la nevera”, contó Peña.
Los residentes de Villa Luz llevan muchos años con el mismo problema “y aún la administración municipal no toma cartas en el asunto”, contó Lilibeth Araujo, moradora del sector que aseguró que las calles se vuelven ríos cada vez que llueve por culpa de los desbordamientos de la acequia.
A pesar de que Aseo del Norte limpia constantemente la acequia, la comunidad le solicita a administración la elevación del puente porque la limpieza ya no es suficiente.
Para los residentes, vivir cerca a esta acequia ha sido un martirio porque ni el puente que colinda con el barrio Villa Taxi se salva de los desbordamientos. El paso por allí se vuelve un verdadero caos para cualquier tipo de vehículo, pues el agua arrastra consigo barro y basuras que impiden el libre tránsito.