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Las matemáticas municipales

Si algo distingue a los asiáticos y explicaría en cierta medida su progresivo dominio e influencia, que se considera será mayor después del coronavirus, es que en general le tienen poco temor a las matemáticas.

Y como lo hicimos ayer en nuestras páginas sobre las cuentas del municipio, porque es un aspecto fundamental para la salud emocional y el bienestar futuro de las personas, recordamos que las primeras matemáticas que debemos conocer, después de las del hogar, son las de municipio o el lugar donde nos desarrollamos. Estas también tienen que ver mucho con las de los hogares, el empleo y los ingresos.

Los dineros públicos son sagrados, lo oímos repetidamente. Pero ayer volvimos a mojar prensa cuando se publicó a nivel nacional la condena de quien ejerció como tesorero municipal hace 10 años.

Este aspecto, el de la confianza (que en la otra cara de la moneda se llama: corrupción) por razones de espacio no lo tocamos ayer cuando hicimos una disección tanto en el editorial como en el tema del día, acompañados de los informes del actual Secretario de Hacienda, de las finanzas municipales.

Un elemento de satisfacción de la gente es la transparencia en la información, la participación social en el diseño y seguimiento y, la buena contratación pública. Y que la obra tenga solidez técnica, pues las dificultades en su ejecución generan la idea en el ‘imaginario colectivo’ de que esa plata se esfumó ilícitamente. Una prueba es lo que vemos con importantes proyectos de la alcaldía, en cobertura de agua, aun no puestos en servicio, porque no se aseguraron los predios, las servidumbres necesarias para su culminación. 

Aquel elemento también incentiva el pago de impuesto. Una pregunta que se hizo en el primer gobierno elegido popularmente hace 34 años (Campo Soto), fue: “¿cree usted que el municipio al contratar una obra, bien o servicio busca el menor precio posible sin sacrificar la calidad?”. La mayoría de la gente dijo ¡sí! No sorprendía que se pagaran tributos, además por Valorización y las comunidades en los barrios pusieran su mano de obra para hacer calles por autogestión.  Recobrar esa confianza es fundamental propósito que pensamos tiene el presente gobierno.

Nos preguntamos ¿cómo va la defensa judicial del municipio? ¿Cuál es el inventario de bienes?, porque ha habido mucho avivato que al urbanizar no cedió siquiera lo que debía ceder; ¿cuáles son los activos municipales?

Se dice que los gobiernos, nacional o territorial, tendrán por la dura crisis actual, que recaudar menos y gastar más y endeudarse más (aunque haya que pagar mañana la factura), para evitar el desplome de la economía y el empleo. ¿El Municipio podrá hacerlo con base en el D. 678 del pasado mayo del Gobierno nacional que facilita el mayor endeudamiento?

Lo otro,  es moverse para obtener cofinanciación de sus proyectos, accediendo al sistema de regalías -entre esos a los de Ocad Paz por ser en su área rural municipio PDET- y/o  apoyo del departamento y la nación. Tendrá que hacer la administración un esfuerzo monumental para no ser inferior al desafío.

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