Que dos secretarios de despacho, de quien fue gobernador del Cesar entre el 2012 y el 2015 y retomó en el 2020, sean incluidos en la terna para gobernador encargado, se ve mal. No tiene que ver ni con oposición, ni con persecución; aquí lo que existe es imposición. Acaso en los partidos que los escogieron no había más nombres.
Consultando el Sistema Electrónico para la Contratación Pública – SECOP, plataforma en la cual las entidades que contratan con recursos públicos publican los procesos de contratación, se ve la vulgar planeación de los contratos y de la ejecución de recursos, casi siempre de regalías, que hizo esta gobernación entre 2012-2015; en tres ejemplos se observa claramente lo que digo:
El contrato para la “Construcción del Campus Cesar Universidad Nacional de Colombia”, la fecha de inicio fue el 12 de julio de 2013, con un plazo inicial de 18 meses, terminando realmente el 29 de junio de 2018, después de nueve prórrogas. El valor inicial fue de $38.388.365.865, con un adicional de $13.318.449.313 y otro adicional de $4.800.000.000, para un total de $56.506.815.178.
Segundo, el contrato para la “Construcción de Edificaciones para la Consolidación de las Capacidades en Ciencia, Tecnología e Innovación del Sector Agropecuario y Pesquero del Cesar”, la fecha de inicio fue el 10 de marzo de 2015, con un plazo inicial hasta el 31 de diciembre de 2015 y con una terminación real el 10 de julio de 2018, después de 6 prórrogas; el total fue de $50.893.766.910.
Finalmente hablemos del contrato para la “Construcción y/o Ampliación y/o Adecuación y Remodelación del Estadio de Fútbol Armando Maestre Pavajeau etapa I”, la fecha de inicio fue el 28 de febrero de 2014, con un plazo inicial de 18 meses y la terminación fue el 20 de junio de 2016, después de 2 prórrogas; el valor inicial fue de $33.345.174.264, una adición de $16.671.642.644, para un valor total de $50.016.818.908.
A este último contrato del Estadio de Valledupar, corresponde sumarle el contrato que tuvo como objeto la “Construcción y/o Adecuación de obras complementarias para el estadio de futbol Armando Maestre Pavajeau etapa II”, se inició el 20 de agosto de 2015, con un plazo inicial de 4 meses y con una terminación el 28 de febrero de 2017, después de 3 prórrogas y suspensiones; el recibo final fue el 19 de julio de 2018. De este contrato el valor inicial fue $9.362.736.614 y tuvo un adicional de $3.750.000.000 y otro adicional de $929.410.629, para un valor total de $14.042.147.243.
Si el SECOP no es suficiente, en el Departamento Nacional de Planeación, en la Dirección de Vigilancia de las Regalías es fácil pedir un informe, sobre las prórrogas y adiciones que hizo la Gobernación del Cesar de contrataciones que se firmaron en el 2012-2015.
Vamos a resumir para que entiendan el punto: PAE, infraestructura hospitalaria y vial, parques financiados con regalías arrancaron mal planeados con ‘prorrogadera y adicionadera; al extremo se llevaron la vía el Zanjon – Pueblo Bello.
Para 2020 volvieron, y de entrada terminaron enredados por adquisición de más de 100.000 mercados para los más necesitados dentro de la pandemia. Tuvo que llegar un intermedio a terminarles las obras, a salvarselas porque en manos de ellos no estaban a salvo.
¿Qué presentación tendría escoger para gobernador del Cesar, en tiempos donde se ataca tanto la corrupción a alguien que venga de ser secretario de administraciones donde no se ha visto transparencia?