La esfera representa la perfección de las figuras geométricas, cualquier punto de la superficie equidista de su centro. Una esfera siempre está en equilibrio. El planeta Tierra no es una esfera perfecta, sus polos están achatados y su zona ecuatorial abultada, y se le suman la superpoblación mundial, la desforestación, los tipos combustión y la contaminación industrial, el equilibrio como esfera cada vez va disminuyendo, y una consecuencia de esta sumatoria es el efecto invernadero que produce el calentamiento global.
A nivel social hay tantas variables que son notables las deformaciones en la esfera. En la escala salarial existe es una verdadera pirámide, cuando comparamos los sueldos de los congresistas, magistrados y gerentes de empresas con el salario mínimo. En las leyes también existen imperfecciones. Explicaba un profesor de filosofía: “Los seres humanos, en ocasiones por su categoría vulnerable a las tentaciones del poder y a las ideologías, y a veces por su fidelidad a los principios universales de respeto por las libertades de los ciudadanos, toman decisiones que trasgreden los comportamientos comunes, los caminos habituales, y esto genera controversias, porque cada uno ve las cosas desde su óptica mental y particular”.
Esta opinión es pertinente para recordar el debate suscitado por las dos sentencias de la Corte Constitucional que aprueban la eutanasia y la adopción de parejas del mismo sexo. Referente a la eutanasia, un profesional de la medicina, habla de pacientes que deben enfrentarse al sufrimiento y las consecuencias de enfermedades crónicas, degenerativas “tienen finales tristes, muy duros, la persona se va deteriorando poco a poco. Cuando esos procesos llevan inevitablemente a la muerte y el proceso es difícil para el paciente y quienes lo rodean, entonces cada quien debería tener el derecho a decidir si su vida debe acabarse antes. En otros lugares donde la eutanasia está permitida, ese no es un proceso doloroso, hay soporte de la familia y la decisión se toma de manera consciente”.
Otro médico católico, comenta el caso del señor Ovidio González, de 79 años, quien padecía quebrantos de salud por cáncer y reclamaba por qué el médico tratante no le aplicaba el procedimiento de la eutanasia, y su hijo anunciaba una acción de tutela. “Desde el punto de vista humano, la ley debería contemplar que, en caso como éste, cuando el paciente está consciente y conserva sus facultades mentales, puede solicitarle al médico para auto aplicarse el procedimiento”.
La aprobación de la adopción de parejas del mismo sexo, ha originado comentarios polarizados, por la red una senadora y un concejal, están invitando a la convocatoria de un referendo donde se necesitan recoger tres millones de firmas para rechazar la sentencia. Un docente de ética y valores humanos, comenta: “La perfección humana de acuerdo a nuestras convicciones religiosas y el paradigma de la tradición social es que la pareja sea de mujer y hombre, pero hay imperfecciones humanas que originan tendencias diferentes a la heterosexualidad, y los Estados respetuosos de los derechos ciudadanos tienen el deber de proteger. Todos somos iguales ante los ojos de Dios. La homosexualidad no es un delito, es una condición que debe ser respetada, y considero que la adopción debe tener muchos requisitos, como por ejemplo no ser un niño, sino un adolescente”.