En Ponedera, Atlántico, sus artesanos alfareros moldean una nueva historia a punta de barro. Las fundaciones Gases del Caribe y Promigas presentan Arcillas de Puerto Alegre, un proyecto que contribuye al desarrollo técnico, económico y social de 10 familias artesanas ponederenses, que cuentan con una formación integral, adecuaciones locativas en sus talleres, herramientas y mayores oportunidades para incrementar su productividad en torno a la alfarería de tradición.
En Ponedera, con la presencia de la gobernadora Elsa Noguera, las directivas de Promigas y Gases del Caribe, inauguraron la vitrina artesanal del proyecto, que servirá como sede de la Asociación de Alfareros José de Puerto Alegre para la elaboración, exhibición y comercialización de sus artesanías hechas en barro.
“La alfarería es un oficio con más de 1.000 años de tradición en Colombia. En Ponedera, muy cerca de la ribera del Magdalena, sus artesanos convierten el barro en piezas de colección. Este proyecto busca seguir fortaleciendo su proceso de creación con más innovación para que así generen más ingresos entre sus familias”, destacó la directora ejecutiva de Fundación Promigas, Marcela Dávila.
A su turno, la directora ejecutiva de la Fundación Gases del Caribe, Diana Santiago, explicó que la iniciativa Arcillas de Puerto Alegre debe su nombre a San José de Puerto Alegre, nombre de pila del municipio.
“Estamos organizando técnica y administrativamente a nuestros alfareros, quienes cuentan con el acompañamiento de expertos como el maestro Diego Añez para que sus piezas logren comercializarse en los mercados nacionales e internacionales y puedan generar ingresos dignos que se traduzcan en mejores oportunidades y calidad de vida. Además, logramos iniciar la transición energética de los tradicionales hornos de leña a hornos a gas natural que impactan en la salud de los alfareros, en el medio ambiente y en la calidad del producto”, añadió Santiago.
Este proyecto cuenta con una inversión de $500.000.000 para el fortalecimiento de 10 talleres artesanales, beneficiando familias alfareras que se encuentran vinculadas al proyecto. Para ello, cuentan con la vitrina artesanal que abre sus puertas al público, el mejoramiento locativo de sus talleres, nuevos hornos a gas natural, tornos eléctricos y más insumos para tecnificar y salvaguardar su tradición hecha a mano.
“Este proyecto es un tributo al proceso de convertir el barro en piezas únicas. Estamos muy agradecidos con las fundaciones Gases del Caribe y Promigas porque realzamos la identidad de nuestro municipio a través de un símbolo tan querido como la hicotea, que llega aquí a poner sus huevos y crear más vida. Eso seguimos haciendo: crear, diseñar, imaginar y cuidar nuestro medio ambiente”, acotó Carmen Sosa Cano, una de las herederas de la tradición artesanal en Ponedera.