Las diferencias que tanto se debaten cada día en la lucha por la subsistencia, y que se debe hacer para evitarlas, subsanarlas o eliminarlas, es algo complejo que se puede mitigar con análisis concienzudos que sólo lo permite un estado de educación concienzuda y basada en un principio básico:
“Un buen hijo, siempre será fruto de un buen padre y un buen padre siempre será el reflejo de una buena sociedad y cuando me refiero a una buena sociedad es porque el concepto de justicia y bienestar van ligados a ella”.
Las diferencias entre los seres humanos en casi todas las actividades, son generadas normalmente por las ideas irracionales de las sociedades extremas, frutos del odio y de los resentimientos, del poder y riquezas enfermizas productos de la ignorancia y desde luego del conocimiento insensible que cada día se reflejan.
Les hago un somero análisis en tres campos importantes mezclados del medio, como lo son el social, el económico y el político.
En el campo económico y social, nuestro modo de convivencia lo han tratado de hacer ver cómo una lucha entre ricos y pobres menospreciando la bondad y sensibilidad entre unos y otros.
Nunca se han dado cuenta la cantidad de ricos en este mundo, que cada día a través de la industria, el comercio y múltiples actividades más, generan estabilidad laboral e incentivan la vida, pero para ello deben propender por unos beneficios que permitan estabilizar su éxito y evitar el fracaso; muy pocos manejan otra clase de filosofía que, son los que desvirtúan los principios de justicia, bienestar y jerarquías, fundamentales en los estados de derechos bien constituidos.
Hay muchos ricos buenos, la mayoría muy buenos, que diariamente trabajan por su mundo, pero, para producir y defender sus riquezas y beneficios necesitan aplicar los principios básicos de una economía sana como es la de obtener grandes utilidades tanto económicas como sociales enmarcadas dentro de lo justo, que bien redistribuidas siempre generarán tranquilidad.
Nunca se han dado cuenta que muchos pobres, la mayoría, honran el trabajo honesto y a la hora de la verdad reclaman cuando sienten que deben reclamar o sienten que se está desvirtuando la relación empresa trabajo, pero lo hacen con altura y consiguen sus objetivos con mentalidad de equilibrio, sin permitir beneficios que no merecen y menos maltratar a su empresa.
Estos grupos de extremos son los que tratan de hacer ver a los ojos del mundo que la lucha humana es entre ricos y pobres para encubrir sus ideas de izquierda y derechas atroces y mantener el mundo en conflictos de clases permanentes, y así lograr el poder y conseguir que la injusticia en todos los aspectos reine.
Finalmente, en el campo político y con la política errada que pregonan estos extremos, se amparan en los temas negativos para lograr el caos en las instituciones, entes y personas que verdaderamente trabajan por el bienestar del mundo.
Nos espera una tarea grande, reeducar a los ricos que no producen teniendo como agrandar y sociabilizar sus riquezas, y a los pobres que quieren más beneficios económicos sin trabajarlos, ni merecerlos.
A estas franjas sociales hay ponerle mucha atención pues en toda la historia de la humanidad, es allí, donde se han anidado los conflictos, por ello una buena dirigencia de contención y manejo, hoy en día, es tan importante para mitigar los conflictos y que reine el orden y se garantice el derecho a la paz.
Para ser rico no es necesario el afán de dinero sino el afán del beneficio social que se consiga, esto hace aumentar las arcas. El verdadero rico no hace lo que quiere sino lo que su entorno necesita, sin permitir que la ambición lo pervierta y pensando siempre que no malgastar aumenta la renta y es aquí donde la iglesia recomienda tanto al rico como al pobre que se despojen de lo que no les deja crecer, o añada algún valor espiritual.