Con tantas vainas que pasaron este año en el país, se me quedaron muchos temas pendientes por analizar y publicar en esta columna de opinión. Trataré de hacer un resumen de algunos de ellos que se me quedaron en el tintero.
Comencemos por el tema de la caótica situación que vive mi departamento, La Guajira. En las últimas dos décadas rompió todos los Guinness records en corrupción política. Siete gobernadores presos, tres gobernadores encargados en menos de un año, dos alcaldes de la capital Riohacha detenidos, varios alcaldes de otros municipios huyendo y unos cuantos jueces, magistrados y contratistas condenados. A pesar de ser uno de los departamentos que recibe mayores regalías en el país, es el campeón en pobreza, desempleo, desnutrición, contrabando, analfabetismo y atraso productivo. Los tres clanes familiares, De Luque, Pérez y Ballesteros, son los grandes responsables de este fallido departamento.
Otro tema pendiente, fueron los costosos y libreteados shows mediáticos que montaron los ministros del gobierno para hacer las rendiciones de cuentas de sus carteras ante sus mismos funcionarios. Cuando uno revisa las metas y propuestas consignadas en el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, y observa los indicadores de la economía del país, escasamente, tres de los 16 ministros, hicieron la tarea bien hecha. La rendición de cuentas del Ministerio de Desarrollo, Industria y Turismo, celebrado el pasado miércoles, parecía una fiesta de navidad con repartición de anchetas. Si hubiesen presentado ese informen de gestión ante los presidentes de la Andi, Fenalco, Anato, Analdex y los agroexportadores, pierden el año. Los indicadores de competitividad, inversión extranjera, balanza comercial y fomento de la industria, son lamentables.
También me quedó pendiente, hacer un análisis sobre el impacto fiscal que tuvo este año la corruptora mermelada en la economía del país. La Contraloría General de la Republica, habla de una pérdida anual de unos 50 billones de pesos, que podría llegar a ser mayor, si la Fiscalía y la Procuraduría, comenzaran a apretar a los bandidos de cuello blanco que se robaron a Reficar, la ruta del sol, las regalías (a través de los OCADs) y los comedores escolares del Programa de Alimentación Escolar PAE, entre otros.
Igualmente, se me quedó en el tintero, los delicados problemas que está atravesando el agro, por la falta de atención del gobierno en materia de control fitosanitario y comercialización de los productos agropecuarios. En enero próximo haré un análisis profundo del mal manejo y el poco impacto que han tenido estas políticas, el programa de financiamiento rural y el cuestionado manejo de los fondos parafiscales por cuenta de algunos gremios de la producción agropecuaria.
Del mismo modo, se me quedan en el tintero, el análisis de los fracasados programas de sustitución de cultivos ilícitos y posconflicto, que maneja el alto consejero Rafael Pardo; la cuestionada y enmermelada gestión del Congreso de la República y el delicado problema de corrupción en la Corte Suprema de Justicia, que aún mantiene algunos tentáculos con una enorme incidencia sobre la política del país. El caso del exsenador Luis Alfredo Ramos, es aterrador.
El último tema que se me queda en el tintero del 2017, es la sobreoferta de música vallenata chatarra que salió al mercado este año. ¡Que desastre!