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Las cuatro B

JOSÉ M. APONTE MARTÍNEZ

Recuerdan el sin numero de tiendas que había y todavía existen en esta ciudad de propiedad en su inmensa mayoría de Wichos, distinguidas con los nombres de Las 3 B, Mi Esfuerzo, La Gran Vía, Las 15 Letras, El Carmen, Mi Confianza, y otras que tenían el nombre del apellido de sus propietarios como la del Señor Suárez, y en Villanueva la de Luisa Díaz, en donde yo compraba todas las tardes ¼ de panela y una papeleta de café de contado o fiado.

En su mayoría un cachaco en pecho e’ camisa, vendía y fiaba y para lo segundo tenía un cuaderno en donde registraba los créditos y los pagos se hacían a fin de mes o cuando pagaran, pues si el sueldo se demoraba 3 o 4 meses el tendero extendía el plazo por el mismo tiempo.

En Valledupar, hay muchas 3 B (bueno, bonito y barato) pero hay un mal endémico, una enfermedad terminal que para curarla necesitan 4 B (bueno, bonito, barato y benéfico). Se trata del transporte público, en donde de no haber sido por las benditas (otra B) motos que más bien que mal resolvieron el problema de la movilidad de miles de personas y que si no hubiera sido por ellas esta ciudad estaría paralizada, pues el parque automotor, que en alguna oportunidad fue nuevo se volvió viejo y obsoleto, y viajar en ellos es peor que hacerlo en moto, pues se atenta contra la salud, amén de la demora en los recorridos, con varada y trasbordo incluido y lo costoso del pasaje.
No hay la menor duda de que Transcacique, Cootranscolcer, Cootraupar y Cootracegua hicieron grandes esfuerzos, pero todo fue en vano por la indiferencia estatal que los dejó solos y el mototaxismo los arrasó como una aplanadora y para poderlo combatir, que no acabar; pues mientras haya hambre y pobreza existirá, es necesario que el Plan Vial de Valledupar, un anhelo que parece  hecho realidad, tenga las 4 B, así:

Bueno: Es decir un servicio prestado en óptimas condiciones con vehículo con aire acondicionado.

Bonito: Carros nuevos ya que esta es la mejor marca.

Barato: Con precios justos, pues en su inmensa mayoría son los estratos medio y bajo quienes más lo utilizan, y;

Benéfico: Que beneficien a toda la ciudad entrando a todos sus barrios con carros dotados de chóferes profesionales que sepan decir: “buenos días, adiós, gracias y a la orden”.

Además de todo lo anterior hay que construir nuevas vías, puentes y subterráneos, para que Valledupar no sea la ciudad más caótica del país en movilidad urbana, pues a los vallenatos les gusta comprar carros, y el vehículo se ha convertido en un elemento de fácil adquisición con los sistemas masivos de créditos que brindan los concesionarios y ya tener carro no es privilegio de ricos; ahora, todos gozamos de esa comodidad, los adinerados comprándolos de contado y los pobres a crédito con plazos largos y financiación barata.

No estoy de acuerdo con el prohibir el parrillero en las motos porque es una decisión discriminatoria e injusta, que traumatiza el buen funcionamiento de todas las actividades en la ciudad  y no hay que buscar la fiebre en las sábanas, ni el muerto río arriba, ojalá que los resultados para el bienestar de todos sean buenos y si no de hombres grandes es recapacitar y dar un reversazo.

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