Para las próximas elecciones regionales están en juego la administración de más de $ 55.466 millones que gira anualmente el Sistema General de Participación, SGP, a los cuatro municipios del corredor minero del Cesar. En esa disputa, en La Jagua de Ibirico, Becerril, El Paso y Chiriguaná hay 30 candidatos a las alcaldías y 595 a los concejos municipales.
Pero más allá de la suma de candidatos, como El Paso, donde hay 12 aspirantes a la Alcaldía, las campañas son a otro precio. En un recorrido por carretera, no parece haber una casa sin un afiche político de un candidato en La Jagua, igual en Becerril y Chiriguaná. Ya en Curumaní el ambiente político es menor.
“En este caso, generalmente el presupuesto del Municipio es directamente proporcional con los recursos que se gastan en campaña. Presupuestos abultados, campañas abultadas”, explica Aldemar Palmera, dirigente gremial.
Caminatas, fiestas, oficialización de campaña con artistas invitados. Eventos que mueven masa pero que tienen costos financieros que convierten a las campañas del corredor minero en las más costosas del departamento del Cesar, excluyendo Valledupar.
¿AMARRADOS?
Según los conocedores de la política en Becerril, han pasado casi 20 años desde la última vez que un candidato se subió a la Alcaldía sin un músculo financiero fuerte. Desde entonces, para pelear el principal cargo municipal, se necesita una un gran poder económico y político, al alcance de pocos.
“En los municipios mineros se tiende a querer solucionar los problemas en campaña y eso perjudica como se administra porque muchos llegan amarrados con quienes le financiaron la campaña. Aunque estas están un poco más aterrizadas, excepto una que está haciendo un gasto bárbaro pero no da para repuntar en las encuestas”, señaló bajo reserva un concejal de Becerril.
En ese sentido, calcula, una campaña electoral a la Alcaldía en Becerril puede alcanzar los $1.500 millones de pesos, aunque el tope permitido por el Consejo Nacional electoral sea de $114 millones. “Llega amarrado porque queda en deuda, por eso es difícil que las administraciones pongan alcalde porque así no se puede gobernar”, agrega.
En el manejo de los recursos de regalías, Becerril no es bien calificado. Según el Índice de Gestión de Proyectos de Regalías, IGPR, Becerril ocupa los últimos lugares con una calificación de 55,2 por la poca información reportada de sus proyectos, la suspensión de obras, retrasos y adiciones y el estado crítico de algunas obras financiadas con regalías.
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MILLONES Y SIN AGUA POTABLE
Desde el 2005, el municipio de El Paso ha recibido solo por concepto de agua potable $15.437 millones desde el SGP. Con ese dinero era posible construir siete plantas de tratamiento de agua potable como la que contrató la actual administración por un valor de $2.115 millones. Sin embargo, El Paso y sus corregimientos no gozan de agua potable.
En estas elecciones, tiene el título del municipio del Cesar con más candidatos a la Alcaldía: doce aspirantes. Para los expertos hay varias razones. Según Aldemar Palmera, los recursos de regalías atraen a los padrinos políticos y a los financiadores de campaña. Por otro lado, un exalcalde del municipio señaló que mucho se lanzaron intentando dar un golpe de opinión.
“Hay dos razones: una es que el alcalde que está hoy empezó un proyecto sin recursos y lo logró, y entonces todos creen que es algo fácil, pero no tienen la idea ni el recurso. Hoy no es tanto las regalías, pero también influyen. Pero muchos de los que están no manejan una propuesta, ni una idea”, señaló un exalcalde de El Paso.
El Paso, con $15.799 millones, es el municipio del corredor minero que más recursos recibe en la vigencia del 2019 desde el SGP. Igual que Becerril se raja en el manejo de las regalías con un puntaje en rojo: 56,8 puntos sobre 100. Pierde la materia.
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ALTOS COSTOS
En épocas electoral La Jagua de Ibirico siempre es protagonista. Además de las noticias de posibles irregularidades, La Jagua fue el municipio con más cédulas anuladas del Cesar; en total 5.874 por posible trashumancia para las elecciones regionales del 27 de octubre. Pero también son noticia por las “ostentosas campañas”.
Aunque por su censo electoral, el máximo permitido en una campaña a la Alcaldía es de $218 millones, fuentes conocedoras aseguran que esos topes se superan hasta por diez veces.
“Ahora la lucha es entre dos fuerzas, y si ves no hay límites en gastos, publicidad, líderes, caminatas, conciertos, todo lo que atraiga gente, y eso que no ha llegado octubre”, señaló un líder político del municipio.
Incluso, a la actual alcaldesa el Consejo Nacional Electoral le abrió una investigación por una presunta superación de los límites de gastos en la campaña.
POR: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
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