El primer Estados Unidos y Argentina se enfrentan este martes en Houston por primera vez en unas semifinales de la Copa América en juego que se disputará este martes a las 8:00 de la noche en Houston.
Estas podrían ser algunas de las claves del enfrentamiento:
El factor Messi: Si se enchufa desde el primer minuto, pararlo será muy difícil. ‘La Pulga’ lleva cuatro goles en cuatro partidos, pero solo en el 4-1 sobre Venezuela jugó los 90 minutos. Estados Unidos tendrá que anticiparse y no concederle espacios ni tiempo al jugador del Barcelona para evitar que reciba la pelota. (Lea aquí: Estados Unidos no le teme a Messi.)
Clint Dempsey: Lleva tres tantos y sabe cómo ser el líder de un equipo desde el frente de ataque. Si hay alguien que comprende el juego en Estados Unidos, ese es Dempsey. Sabe definir y posee la frialdad que todo ‘9’ debe tener para encarar la portería rival. Si Argentina logra neutralizarlo, lo tendrá mucho más fácil.
El duelo Banega-Bradley: Argentina no es solo Messi y, si Estados Unidos logra neutralizarlo, el otro dolor de cabeza que tendrá será Éver Banega, el eje entre defensa y ataque de la Albiceleste. Lo mismo le ocurrirá a los de Martino con Michael Bradley. Es clave en el andamiaje de Klinsmann porque es un volante de ida y vuelta con buen manejo de la pelota y asociación.
Sergio Romero: El portero argentino apenas ha recibido dos goles en cuatro partidos. Esto demuestra la seguridad de Argentina en defensa y, cuando le ha tocado el mano a mano, ‘el Chiquito’ Romero ha sabido proteger su arco. Venezuela lo sufrió en carne propia cuando atajó dos claras opciones del delantero Salomón Rondón.
Las ausencias: Argentina no contará con Nicolás Gaitán, suspendido por acumulación de amarillas y tiene entre algodones a Ángel di María, que se recupera de una lesión muscular, mientras que en Estados Unidos tres integrantes de su columna vertebral -Bobby Wood, Jermaine Jones y Alejandro Bedoya-, no podrán jugar por acumulación de amonestaciones.
La sequía de títulos: La selección argentina busca cortar la sequía de 23 años sin títulos continentales y deberá evitar la presión que ello supone. El equipo anfitrión, en cambio, busca su primera final ante su afición, aunque tiene la ventaja de que los objetivos que se marcó antes de empezar ya se han cumplido.
EFE