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Las Casitas entre la pobreza y embarazos en adolescentes

A 10 minutos del casco urbano de Valledupar está ubicada la vereda Las Casitas. Pie de foto/Joaquín Ramírez

La entrada es larga, angosta y se caracteriza por significativas piedras que llegan hasta el final de la población de más de 500 familias, con viviendas de bahareque, tablas, bloques y ladrillos.

En una de esas casas hechas de barro, habita una joven pareja; Paola* de 13 años y Samuel* de 17 años, padres de un bebé de seis meses. Ambos decidieron abandonar sus estudios para conformar una familia, dejando a un lado sus sueños para sumergirse en la cotidianidad del trabajo y el hogar.

La decisión de estos adolescentes tal vez estuvo presionada por las escasas oportunidades de estudio, de superación académica, de empleo y poco o nada de ejemplo familiar.

A pocos pasos de la humilde vivienda de Paola y Samuel, que quizás viola las normas urbanísticas por su extraña ubicación, habitan las hermanas de Paola. Una de ellas se llama Yeris*, tiene 17 años y está embarazada. A diferencia de Paola, ella no convive con su pareja, sino con su hermana mayor. Las cuatro se han dedicado a atender a sus hijos, mientras que papá y mamá trabajan en una población aislada.

Yeris y Paola conforman hoy la lista de las menores madres y embarazadas de la vereda Las Casitas, que ocupa el primer lugar de Valledupar con el más alto índice de embarazos en adolescentes.

Según el más reciente reporte de la Secretaría de Salud Municipal, en Las Casitas seis niñas, entre 12 y 14 años, están embarazadas, mientras que otras son reportadas como madres lactantes, gran parte de ellas conviven con sus parejas, sin pensar que esta condición es un delito ante la ley.

El Código Penal colombiano, Ley 599 de 2000, advierte que es un delito cualquier acto sexual con un menor de 14 años, así lo recordó el director (E) de la regional Cesar, del Instituto Colombiano del Bienestar Familiar, Marcos Moreno.

“Esas menores tienen que entrar en proceso de restablecimiento de derecho, en la que recibirán intervención psicosocial junto con los padres de familia, buscando la manera de buscarle derecho a la educación, a la salud y al grupo familiar”, aseguró Moreno.

Sin embargo, el secretario de Salud Municipal, John Jairo Gil Rojas, recordó que en Las Casitas no hay presencia de uniformados de la Policía, solo existe una institución educativa de primaria y la comunidad no cuenta con un centro de salud, pero pese a ello las menores reciben sus controles prenatales.

Pero no es suficiente. Los embarazos se siguen presentando y la población infantil es mayor cada día, tanto que Las Casitas sólo cuenta un solo Hogar de Bienestar Familiar, que atiende a 12 (por ley) de los 250 menores de cinco años que habitan en esta población fundada hace más de 50 años, en la que el agua es salobre y el saneamiento básico, el gas domiciliario y los parques son invisibles.

Estos determinantes sociales, sumados a la falta de vías, de ofertas académicas y laborales son, tal vez, los factores que hacen vulnerables a estos infantes que no tienen otro objetivo más que conformar una familia a temprana edad. Familias que nada más viven de los recursos adquiridos diariamente en una ladrillera, donde han trabajado por años estos hombres y mujeres, que cada día ganan entre 20 y 30 mil pesos.

Así pues, Las Casitas, se convierte en otra población de Colombia llena de necesidades y una gran problemática social: embarazos en adolescentes, hasta el momento, atendido solo por la Secretaría de Salud Municipal.

Movilización en contra de abuso
El embarazo en adolescente es un problema de salud pública a nivel mundial. En la mayoría de los casos este afecta de manera negativa la salud de la madre y del niño por nacer.

Ante este panorama, la Secretaría de Salud Municipal realizará por primera vez, en próximos días, en zona urbana de Valledupar una movilización social, organizada por el Comité Interconsultivo para la prevención de abuso sexual en niños y niñas y adolescentes para restablecer sus derechos, Ley 1146 de 2007.

Por medio de este evento, la entidad busca rechazar de forma rotunda toda clase de abuso sexual contra los menores de edad, que es obvia y alarmante en la vereda Las Casitas.

Gil Rojas especificó que es necesario actuar de forma rápida en esta población, por lo que hace un llamado a las autoridades competentes que tome las medidas necesarias como investigaciones para capturar a los presuntos abusadores.

Las Casitas se convirtió en la primera población del municipio del Cesar con altos índices de embarazos en la capital, seguido de Mariangola y Aguas Blancas, según reportes de la Secretaría de Salud.

Varias son las mujeres de Las Casitas embarazadas, en su mayoría son menores de edad.

El progreso de la vereda Las Casitas se ha visto resumido en la construcción de unas pocas viviendas, ampliación de calles (4 en total), y una iglesia.

Puntos de vista:

Aura Ochoa, habitante
Hay muchas niñas embarazadas, eso no está bien, porque deben pensar en su colegio. Eso es parte de responsabilidad de los padres que no saben lo que hacen sus hijos.

Auris Giselis Rincón, habitante
En este pueblo hay muchas necesidades, como el puesto de salud. Por ejemplo ahora mi hijo tiene fiebre y me toca esperar un carro disponible para llevarlo a Valledupar.

Khaterine Rincón, habitante
La mayor necesidad de nosotros es un puesto de salud, porque no tenemos a dónde llevar a nuestros enfermos, es una problemática que debemos enfrentar.

María Torres Anaya, habitante
Lo que más pedimos es un puesto de salud. Yo tengo problemas con la vista, de la presión y no tengo un lugar donde hacerme el control y es necesario, es urgente.

Raiza Paredes, habitante
Aquí tenemos a muchas mujeres embarazadas, además adolescentes en mal camino, niños trabajando, en cantinas y tampoco tienen ofertas educativas.

Odalinda Rodríguez, habitante
Desde que vivo aquí, hace 10 años, veo que este pueblo no ha tenido progreso, siempre es lo mismo. Las familias se ven sumergidas en el olvido estatal.

Carmen Piñeres, habitante
Nuestros esposos solo trabajan en la ladrillera, los jóvenes no cuentan con colegio y al contrario se observa consumo de sustancias en los menores, es difícil todo eso.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
merlin.duarte@elpilon.com.co

 

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