Por Alfredo Jones Sánchez.
Diciembre, un mes que llega envuelto en las brisas que bajan de la Sierra Nevada y lleno de promesas para Valledupar. Es una época que transforma la rutina cotidiana, donde las calles se llenan de la energía contagiosa de aquellos amigos que regresan a casa de diferentes partes del país. En este rincón especial como lo es Valledupar, las familias se reúnen con una mezcla de alegría y nostalgia, creando un ambiente único que solo diciembre puede ofrecer.
Al evocar las palabras del maestro Jorge Oñate, la esencia de este mes resuena en cada rincón de Valledupar. “Ya llegó diciembre, mes lindo del año”, una melodía que parece impregnar el aire con las notas musicales y que invita a la comunidad a sumergirse en la celebración de la vida. Diciembre es más que un simple recuento de días; es un canto colectivo donde la gente se entrega a la música, llora las penas del año que se va y grita de júbilo por las esperanzas del que llega.
Este último mes del año nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre los logros alcanzados y las acciones que quedaron pendientes. Es un tiempo propicio para revisar las metas trazadas a principios de año, celebrar los triunfos y aprender de los desafíos. Cada nota de diciembre nos invita a mirar hacia atrás con gratitud y hacia adelante con esperanza.
En medio de las festividades, diciembre nos ofrece la oportunidad de renovar nuestro compromiso con el bienestar y la prosperidad de Valledupar. Es el momento de compartir sonrisas, regalos y afecto con aquellos que amamos. Los niños, con sus ojos llenos de ilusión, esperan ansiosos la llegada de los regalos que representan más que objetos materiales; son símbolos de amor, generosidad, fe y la magia que este mes despierta en todos nosotros.
En este diciembre, Valledupar se convierte en un escenario donde el amor reluce en cada sonrisa, donde la solidaridad se manifiesta en gestos pequeños, pero significativos. Es un período para fortalecer los lazos familiares y amistosos, para cultivar la empatía y la comprensión. Diciembre nos invita a ser conscientes de la importancia de compartir con los demás y contribuir al bienestar colectivo, dejar la polarización que tanto lo necesita Valledupar.
Mientras despedimos un año y damos la bienvenida a otro, es el momento de proyectar un 2024 lleno de prosperidad y éxitos. Diciembre, con su atmósfera especial, nos brinda la oportunidad de visualizar un futuro prometedor, de trazar metas ambiciosas y de comprometernos con el crecimiento personal y comunitario. En otras palabras, diciembre en Valledupar no es solo un mes en el calendario; es una experiencia única, llena de tradiciones, alegrías y esperanzas.