El peligro de extinción del oso de anteojos, llamado también oso andino por habitar en la cordillera de Los Andes, no está determinado por el factor alimentación, sino por la destrucción de su hábitat. Esta especie habita casi exclusivamente los bosques húmedos andinos, aunque también se encuentra en páramos y zonas semiáridas.
En el Cesar el oso de anteojos se encuentra en la Serranía del Perijá, donde agricultores, ganaderos y cazadores han invadido su espacio, desintegrando su ecosistema y poniendo en peligro la existencia de una especie que es 90% frugívoro – vegetariano y 10% carnívoro.
Junto a Corpocesar, la Fundación Wii viene trabajando en establecer bases conceptuales y prácticas de la investigación del oso andino así como de los ecosistemas asociados, con el fin de aportar el fundamento científico y técnico a las políticas de conservación.
Según el director de Wii, Daniel Rodríguez, esta especie está en los municipios de Manaure, La Paz, Codazzi, Becerril, La Jagua de Ibirico, Curumaní, Pailitas, Pelaya, Aguachica y San Alberto, poblaciones en estribaciones de la Serranía del Perijá.
Sin embargo, advirtió que San Martín todos los bosques andinos desaparecieron y con ellos estos animales.
Además aseguró que en los municipios de Manaure y La Paz es más común verlos porque migran de Venezuela, del Parque Nacional Natural Perijá.
“Suben los bosques del vecino país al otro lado de la Serranía y atraviesan la montaña hasta llegar a Colombia donde normalmente los campesinos del Cesar terminan matándolos. El año pasado murieron mínimo cuatro osos entre La Paz y Manaure, porque estos se comían las vacas”, denunció el director de Wii.
Entre tanto, Jesús David Pacheco Gómez, biólogo de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, explicó que saber cuántos osos sobreviven aún en la Serranía del Perijá es un dato muy difícil de tener, pero la entidad trata de desarrollar con la Fundación Wii una propuesta de monitoreo y seguimiento con cámaras trampas.
“Se instalaron algunas cámaras para determinar el tamaño de la población y se trabaja con proyectos de seguridad alimentaria y con algunas comunidades que utilizan al oso como fuente de alimento”, expresó Pacheco Gómez.
También precisó que en La Paz y Manaure, 20 cámaras trampa para capturar imágenes de la Serranía del Perijá y monitorear el comportamiento de osos andinos, las cuales ha permitido ver en los últimos tres años a 10 animales diferentes.
“En esa zona del Perijá como los osos vienen de la zona venezolana y se devuelven podríamos estar teniendo unos 15 y 20 animales, entre Manaure, Becerril y La Jagua de Ibirico, y en los municipios de más abajo en la zona de Sabana Rubia, podríamos estar pensado en unos 20 o 25 osos”, explicó Daniel Rodríguez.
Corpocesar ejecuta proyectos de seguridad alimentaria y con algunas comunidades que utilizan al oso como fuente de alimento. Además la implementación de educación ambiental en los colegios de las veredas de la zona, con los campesinos y ganaderos para que disminuyan la presencia en la región, debido a que la ganadería extensiva también está acabando con el ecosistema del oso.
El mayor peligro para su extinción
El director de la Fundación Wii también es representante nacional de la Organización Mundial para la Conservación de Osos y en sus estudios de riesgo ha establecido que en los últimos 30 años se ha perdido el 30% de la población de osos. Para los próximos 30 años en Colombia principalmente se perderá un 30% más, lo que significa que la especie viene siendo amenazada por la pérdida de hábitat y la cacería de animales silvestres.
Además manifestó que la extinción de la especie también a los asentamientos humanos de la Serranía del Perijá, porque el oso tiene un papel ecológico importante en el bosque. “Es un dispersor de semillas y tiene una relación directa con bosques de buen estado; donde hay osos de anteojos hay agua y donde hay agua va a haber vida”, expresó el ambientalista.
¿Qué hace Wii para conservar la especie?
La Fundación Wii es una organización no gubernamental que apoya las intenciones del Estado colombiano en todas sus áreas para tratar de ayudar en la conservación del oso y de su hábitat. Normalmente establece convenios de trabajo con corporaciones autónomas regionales u otras entidades del Estado para desarrollar sus planes de acción y realizar actividades con el desarrollo del programa nacional de conservación de osos que tiene el país desde el 2001, el cual tiene cinco líneas de trabajo.
La primera está relacionada con la conservación en áreas naturales de la especie que implica investigación.
La segunda trata de educación ambiental, para poner en las comunidades el conocimiento de la especie y todo lo que tiene que ver con este aspecto.
La tercera tiene que ver con el manejo del territorio con sostenibilidad, por lo que es necesario impulsar propuestas de conservación y de producción campesina que estén amarradas a las propuestas sostenibles de las corporaciones.
La cuarta consiste en desarrollo interinstitucional con acuerdos y convenios, en la conformación de programas regionales de conservación. “En este caso queremos que Corpocesar trabaje con Corponor (Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental) ya que compartimos una frontera por el lado de los municipios del sur del Cesar, en el cerro Bobadilla donde también hay osos, la idea es que estas corporaciones puedan adelantar actividades conjuntas en el tema ambiental”, explicó Daniel Rodríguez.
La quinta línea de trabajo que tiene que ver con el manejo de las interacciones oso-gente básicamente es porque los animales se alimentan algunas veces de ganado que están alojados en las montañas de manera un poco inadecuada. Esos manejos de ganadería extensiva permiten que los osos y depredadores ataquen el ganado y terminan generando un conflicto que normalmente termina con la muerte de los osos.
Wii trabaja esas líneas y no promueve la conservación en zoológicos.
“El osos es un jardinero del bosque, cuando este ya no esté los bosques no van a tener esos dispersores y los arboles no se van a reproducir tan rápido”, concluyó Daniel Rodríguez.
En la vereda de El Perijá, municipio de La Paz, es constante el asesinato de osos en esta zona por parte de los campesinos, por el ataque de los osos al ganado. Como solución a este problema el ambientalista Wilmer Pulido ha sugerido vender al Gobierno los terrenos que tienen en los páramos para que se conviertan en terreno de reserva, pero no han recibido respuesta alguna.
Ante la exposición del macabro panorama del oso de anteojos o andino cabe recordar que esta es una especie protegida a nivel nacional y Estado colombiano debe promover su conservación.
Sabías que…
* El Oso Andino, más comúnmente llamado oso de Anteojos por las manchas que algunos tienen en su cara, es el único oso que vive en sur América. También se le conoce como ‘Mashiramo’, ese es el nombre que le da a la especie la etnia Yukpa de la Serranía de Perijá.
* Es el segundo mamífero más grande de Sur América. Los machos pueden pesar hasta 150 kilogramos, mientras las hembras alcanzan los 90 kilogramos. En el mundo es el sexto oso en tamaño. Mide entre 1,30 y 1,90 metros de alto.
* Puede necesitar un área de selva y paramo del tamaño de Valledupar para solucionar sus necesidades de alimentación y refugio, por eso usa el lado colombiano y venezolano de la serranía.* Se encuentra solamente en Sur América, desde Venezuela, pasando por Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, hasta el norte de Argentina.
“Si la amenaza más grande para los osos es por la pérdida de ganadería de alta montaña, que la gente cuide sus vacas, porque la fin acabo son de ellos y no que esperen que el Estado le solucione un problema personal de cuidar sus bienes”: Daniel Rodríguez.
Andreina Bandera / EL PILÓN
Andreina.bandera@elpilon.com.co