Como los estudiantes de las universidades contribuyeron a la caída de Gustavo Rojas Pinilla, en los inicios del Frente Nacional se apoyó a la universidad pública. Cafetería, residencias y facilidades para que los jóvenes de provincia pudiesen estudiar en Bogotá.
Pero duró poco la felicidad porque el Frente Nacional no condujo a cambios significativos. Entonces comenzaron los conflictos entre los estudiantes y el gobierno.
Entre 1960-1969 en la Universidad Nacional hubo 12 rectores. Peor la universidad se quería manejar con el “principio de autoridad”.
En el seno estudiantil surgieron diferentes organizaciones. En 1961 Rudolph Atcon criticó duramente las asociaciones estudiantiles. Más había que reformar la universidad. Hacia 1960 comenzaron las huelgas inspiradas en movimientos como Golconda, Frente Unido, la revolución cubana, el rechazo a la Alianza para el progreso.
Durante el Frente Nacional (1958-1974) hubo alejamiento de los estudiantes y el Estado, de manera especial cuando los tanques entraron a la ciudad universitaria. El estudiantado en las décadas del 80 y 90 fue blanco de la lucha antiguerrillera, la guerra sucia y el terrorismo.
Curiosamente, en los años 90, cerraron la cafetería y las residencias universitarias. Luego Antanas Mockus, como rector, promovió el alza de matrículas, mandó a recoger todas las placas que recordaban a los estudiantes asesinados, hizo reformas demagógicas.
Como consecuencia, la Universidad Nacional dejó de ser el lugar al que llegaban los estudiantes de provincia.
Una nueva reforma universitaria se gestó con la Ley 30 de 1992. La “autonomía” se concedió pero al mismo tiempo con inspección y vigilancia. Puntos de disputa han sido: la composición del Consejo Superior, la elección de los rectores, la cobertura, la financiación (dado que el Estado no transfiere los recursos aprobados por ley, hecho que crea afugias en las instituciones de educación superior).
Pero lo peor es cómo se ha ido desmontando la universidad y se ha trasladado a la universidades privadas. No es extraño que la Universidad de los Andes, Eafit, el Icesi encarnen el proyecto de la universidad.
En el año 2011, la Ministra de Educación presentó el proyecto de ley, en el cual se planteó la universidad pública en el marco de la globalización y el neoliberalismo. El movimiento estudiantil logró por medio de marchas, plantones, toma de calles y protestas, abollar tal propuesta. Más el gobierno no ceja, como se puede ver en Ser Pilo.
Se parte de la idea que hay ayudar a los estudiantes pobres y estudiosos. En apariencia es volver a la financiación de los estudiantes. Solo que en este caso se apoya a los estudiantes para que vayan a las “mejores universidades”, en otras palabras, a las universidades privadas.
El gobierno apoya a las universidades privadas, cuya esencia es el particularismo. Se olvida que en las universidades privadas las relaciones entre el individuo y la sociedad civil se configuran en relaciones de tipo privado.
Por lo tanto, la sociedad civil se desconoce, pues la universidad no busca la realización de la res pública, sino de la particularidad.
Por Silvio E. Avendaño C.