María Laura Quintero Dangond, vallenata y ex señorita Cesar 2011- 2012, es propietaria de su empresa LaMaría que hoy en día ha tomado auge en la ciudad por sus diseños innovadores y la calidad de los materiales.
Además de la belleza que irradia a simple vista, posee el don del emprendimiento. Con tan solo 26 años ha logrado lo que muchas mujeres a su edad han querido tener. Es profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, presentadora, actriz, ex reina y hoy empresaria.
María Laura cuenta que la idea de LaMaría nació en el 2012 después del Concurso Nacional de Belleza. Ella dice que hizo el compromiso de emprender algún proyecto por la tierra que la vio crecer con el fin de generar oportunidades laborales y de desarrollo socioeconómico. “Me encontré con un taller de calzado donde trabajan jóvenes con altas expectativas de superación, así que Dios me mandó la respuesta poniéndome delante esta oportunidad de negocio y de ayuda”, asegura la ex señorita Cesar.
La que hoy en día es presentadora del programa Feliz Día de Telecaribe, asegura que Dios fue realmente el apoyo fundamental para emprender el negocio, a pesar de las dificultades que ha tenido, como lograr el trabajo en equipo. “El trabajo en equipo es un poco complicado, más cuando eres exigente con la calidad del producto y atención. La dificultad más grande es estar lejos, pero eso no ha hecho que todos los días me levante pensando no solo en la empresa, sino en todos los que se benefician de ella”, afirma María Laura.
La joven empresaria dice que la principal arma en su empresa es la calidad porque son unas sandalias ciento por ciento colombianas, hechas con amor por las manos de jóvenes a quienes llama artesanos, “porque a pesar de ser trabajadas a mano, elaboran modelos vanguardistas; definitivamente este es el elemento diferenciador. Quien compra una María esta poniendo su grano de arena para contrarrestar la pobreza, el desempleo, el consumo de drogas y alcohol en los jóvenes”.
Cuenta actualmente con una empleada a quien entre risas asegura haberle sacado canas verdes. Los hacedores de la marca son proveedores. “Realmente soy el hilo conductor entre el hacedor y el consumidor, quien estratégicamente utiliza herramientas de marketing para vender los productos de estos jóvenes”, afirma María.
“El éxito se huele cuando se es disciplinado, constante, persistente y resistente. Creo que a pesar de que en ocasiones el mercado no se mueva como lo esperamos, hacemos que pase”.
El consejo que les da María Laura Quintero a todos los jóvenes y próximos empresarios es que sean emprendedores, sean lanzados, “unamos fuerza para crear y no destruir. Para algunos resulta más fácil criticar, pero es mucho más gratificante cuando construimos y vemos materializado nuestros sueños. El mundo es de los arriesgados”.
Por Sara Maestre