Por Miguel Ángel Castilla Camargo
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Aun no se sabe a ciencia cierta, para qué Roy Leonardo Barreras Montealegre estudió tanto; es médico, filosofo y sociólogo con maestría en Derecho publico. Todo un desperdicio especializado en tráfico de influencias. Las ilusiones de su madre tiradas a la basura.
Lo de la relección del Procurador Ordoñez, una persona sin la necesidad de ese tipo de escuderos, reconfirmó una vez más, que el presidente del Senado no tiene reservas. Ayudar a reelegir a quien lo puedeabsolver de tanto pecado en el futuro es una buena jugada. Como quien dice, el cínico espera aquel momento de éxtasis para reírse.Más temprano que tarde sabrá el Procurador cuánto vale semejante favor.
Así como lo detestan las juventudes galanistas, los de la bancada de Germán Vargas y los uribistas, también hay 70 mil electores de un dudoso coeficiente intelectual que lo sigue ciegamente. En Caprecom lo adoran. Es más, se rumora en los pasillos de este ente, que hay medicamentos genéricos que denominan Roy. Dicen que devuelve la sonrisa perdida.
Barreras, califica como uno de los seres más embaucadores del planeta, que se atrevió a engañar a un pastor evangélico. O sea, estamos hablando de algo increíble; engañar a “un profeta de Dios” en la tierra, equivale a robar el Tesoro de los Estados Unidos. Eso de ofrecerle media curul en el Congreso a la esposa de un líder religioso y luego hacerse el de la vista gorda, demuestra que Roy no le tiene miedo a nadie, y que como dice el sabio Benedetti, Colombia tiene dos locos, uno en la cárcel y el otro en el Senado ¿Saben lo que es robar a un evangélico?
Es el único ser del mundo que logró que Álvaro Uribe le matara una gallina en el Ubérrimo, algo casi que utópico. Imaginamos que la pobre –la gallina- ya había puesto para aquel entonces los tres huevitos que Santos quebró.
El honorifico titulo de lagarto del año para el senador Roy Barreras, confirma su condición de reptilsin igual que no solo se arrastra sino que también brinca sin medir que en cualquier momento puede terminar clavado en una estaca. No se trata de odios, pero la mayoría de colombianos ven a este señor como un ladino batracio que se acomoda en cualquier charco. Tal vez, eso explica su condición anfibia de sangre fría.
Además de los apelativos de voltearepas, lentejo, hipócrita, mentiroso y desleal, le sumaría el de mala persona. Tan malo es, que no mostró una pizca de respeto por el Vice Angelino Garzón a quien quiso enterrar antes de tiempo. A Santos también le guarda un afecto parecido, que de suceder, lo pondría en la presidencia sin mucho esfuerzo. ¿Se imaginan ustedes a esta joya como mandatario?
En cuestiones burocráticas ha hecho hasta lo inimaginable. Es de los que apetece componendas, alianzas, coaliciones, amarra vacas, torcidos y entuertos. Todo lo de Roy, conduce a un estado de corrupción, pena y asco. Conjuga al politiquero sin escrúpulos que es capaz de cualquier cosa por adquirir poder.
Esos son los personajes que lastimosamente siguen los ingenuos. Es una vergüenza tener a un politiquero de semejante valía al frente del Senado de la República.
Moraleja: para ser dañino solo se necesita media curul.