En una noche cargada de emociones literarias, el auditorio de la Cámara de Comercio de Valledupar se iluminó con la presentación del libro ‘La voz vegetal del viento’, obra del destacado poeta y columnista de EL PILÓN, José Atuesta Mindiola.
El evento congregó a un selecto grupo de gestores culturales, escritores, amantes de la literatura, familiares y amigos del autor.
La encargada de dirigir la programación fue la periodista Angélica Atuesta Salas, quien inició el evento con una cita del escritor alemán Novalis, resaltando la capacidad del poeta para despertar emociones y descubrir mundos maravillosos a través de sus palabras.
La apertura oficial estuvo a cargo de Paola Díaz Riátiga, directora de la Fundación Carboandes, que destacó la misión de consolidar proyectos y programas que contribuyen a la sostenibilidad ambiental y al desarrollo humano incluyente. Además, resaltó el apoyo de la fundación a la edición del libro debido a sus méritos literarios y pedagógicos.
EL ENFOQUE LITERARIO DEL LIBRO
La escritora Mary Daza Orozco, amiga vertical del poeta, tomó la palabra para explorar el enfoque literario de ‘La voz vegetal del viento’. En sus palabras, resaltó la importancia de los recuerdos como “fuente fascinante de emociones intelectuales”, que se convierten en la materia prima de la creación literaria.
“Sin recuerdos no se puede crear un libro como este que entrega el poeta José Atuesta Mindiola al mundo literario. ¿Por qué el recuerdo? Porque al acumularse las vivencias, los acontecimientos y las emociones crean una carga de nostalgia productiva, que es ese sentir diario de cada momento, de cada día,
incluso de cada año o de muchos años. Un sentir grato o triste que lleva indefectiblemente a escribir, a crear y cada creación tiene como materia prima un recuerdo envuelto en una palabra, en una canción, en un grito, en un sueño, en fin, en retacitos de vida”, subrayó.
Daza Orozco elogió la primera parte del libro, donde Atuesta Mindiola rinde homenaje a destacadas mujeres de la región, ofreciendo un viaje a través de sus vidas y contribuciones.
“Recordamos a la Heroína, la Loperena y sus confesiones y como para recalcar el amor por esta tierra llegan las notas marciales de su himno: Maternal, Centenaria y Bravía, de Rita Fernández y sus cantos románticos que han engrandecido nuestra música. Cuando la menciona a Clemencia Tariffa, afloraron los recuerdos, esos de los que hablé, y la vi ese día cuando nos conocimos en un encuentro de escritores, yo la andaba buscando porque había leído su primer poema y me asombró y ella me buscaba porque acababa de leer mi libro ‘Cuando cante el cuervo azul’. Codacense, de mirada fuerte con visos de tristeza, murió solitaria y como el Larra, poeta español, solo unos amigos la acompañaron a su última morada”, recalcó Daza.
También destacó la escritora que el autor lleva al lector a “la frescura del primer libro de Marce Urón. Y recuerda a las maestras, la más querida, Juana Mindiola de Atuesta, inspiración constante del poeta. Ruth Ariza, estudiosa de la vida; los soles de la profesora Soledad Pérez Monsalvo. Fanny Restrepo de Bueno y Gracia Helena Fuentes, a quienes destaca poéticamente”.
En palabras de Mary Daza: “Este libro, les hará conocer los encantos que trae esa voz vegetal del viento. En poemas, en décimas, en crónicas, en monólogos, en maestros de las tertulias y más, más historias vividas y sacadas de los recuerdos”.
El evento contó con participaciones destacadas, donde Victoria Molina Torres, hija del pintor y poeta Jaime Molina, declamó dos poemas del libro. El profesor Jesús Valencia Bustamante y la profesora Marielsy Zequeira Negrete también compartieron sus voces poéticas, llevando a los presentes a un viaje a través de los versos de “La voz vegetal del viento”.
En el cierre del acto, José Atuesta Mindiola expresó su gratitud a los asistentes, participantes y colaboradores, destacando las influencias que marcaron su acercamiento a la poesía a lo largo de su vida. Hizo hincapié en la importancia de la lectura como una experiencia personal y resaltó una reflexión del escritor William Ospina sobre la relación única entre autor y lector. “En un libro, el autor nos ofrece una partitura; el lector es un intérprete que pone la ejecución, la manera y la música. Creo que cuando terminamos de leer un libro no sólo hemos conocido al autor, sino que nos conocemos un poco más a nosotros mismos”, recalcó Atuesta.
El poeta, acompañado de su esposa Belky Josefina Salas Barrios, pintó de magia y colores las palabras de la noche memorable al declamar dos poemas. Como epílogo, la Fundación Carboandes hizo entrega de un ejemplar de ‘La voz vegetal del viento’ a cada uno de los asistentes, cerrando así una velada literaria llena de poesía y emociones.