Cuando ya estamos próximos a terminar este año 2022, empezamos a hacer balances de décadas de progreso y también de lunares y hasta retrocesos en la experiencia administrativa del departamento del Cesar.
El pasado 21 de diciembre, día de la celebración de los 55 años de la creación del que se proyectó como ‘departamento piloto de Colombia’, publicamos un documento reportaje histórico publicado por el Espectador el 21 de diciembre de 1967, en el que el primer gobernador visualiza lo que debe ser la nueva entidad territorial .
Sorprende, en ese reportaje, el optimismo de Alfonso López Michelsen con el Cesar y el afecto a la tierra de sus ancestros, y solo eso explica que haya renunciado a vivir en Bogotá, al Senado y a la Dirección Liberal Nacional . Ya era, después de haber encabezado el Movimiento Revolucionario Liberal (MRL) el más importante dirigente nacional, del liberalismo por supuesto también , y si no hubiera habido los acuerdos de La Alternación, sistema por el cual en el llamado Frente Nacional cada cuatro años competían por la presidencia de la República candidatos de un solo partido, hubiera sido Presidente en 1.970 y no en 1.974.
Su decisión fue de una grandeza histórica impresionante y quedó en el alma de la costa Caribe para siempre. El día de su sepelio los aires de los acordeones y cantos vallenatos lo acompañaron hasta su última morada en el Cementerio Central de Bogotá. Había creado con el maestro Rafael Escalona y Consuelo Araújo Noguera el Festival Vallenato. Otras personalidades habían puesto su grano de arena y entre ellos el mismo Gabriel García Márquez .
Si bien la obra más representativa de su mandato y sus años subsiguientes en Valledupar fue el legado cultural y la conversión del vallenato en un atractivo turístico nacional, acompañado de aquellos titanes, no podemos pasar por alto su visión y su programa de gobierno.
Llama la atención que definiera que el nuevo ente no iba a tener ‘una Licorera’, como sí los otros departamentos. Había identificado entonces que el cáncer de la corrupción era el mayor riesgo del departamento. “Vamos a demostrar que no necesitamos licorera para financiarnos.. Las rentas del Cesar van a producir más.. vamos a cobrar el catastro para robustecer los fiscos municipales”.
Después de señalar el carácter pluripartidista y amplio de su mandato (“no va a haber hegemonía de partidos”) propugnó por la mayor descentralización geográfica de la administración: “Tengo especial interés en que Valledupar no se convierta en una capital centralista y absorbente. ‘El Sur’ que ha sido la región más olvidada del departamento va a recibir la mayor atención, para que nadie se sienta defraudado”.
En posterior Editorial continuaremos con el análisis de esa visión de Alfonso López Michelsen, del Cesar como primer departamento de Colombia y su énfasis en la integración con Venezuela.