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La variante de la incertidumbre

El avance del proceso de vacunación en todo el mundo había calmado las aguas y la preocupación extrema por el covid-19 parecía haberse tomado una pausa. Sin embargo, una nueva variante, llamada ómicron, ha despertado los mismos temores que padecimos durante varios meses del 2020 y comienzos del 2021. Temores e incertidumbre que obligaron a tomar medidas que vuelven a estar sobre la mesa.
De esta variante es poca la información. Portales especializados lo explican así: “La identificación de una nueva variante del SARS-CoV-2 en Sudáfrica, caracterizada por un gran número de mutaciones (55 en todo el genoma, 32 en la proteína S o espícula) y el aumento vertiginoso de su incidencia relativa en esa población ha disparado una vez más las alertas a escala mundial. Varios países han cerrado el tráfico aéreo con Sudáfrica y hay expertos que indican que es ‘la variante más preocupante que hemos visto hasta la fecha’”.

Ese no saber qué vendrá dispara el dólar, obliga a cerrar fronteras y pone en riesgo lo que habíamos avanzado, específicamente en la reactivación económica.
Para empresarios, comerciantes y las familias colombianas, y por supuesto de todo el mundo, la variante no pudo aparecer en un peor momento: previo a diciembre. Para los empresarios el mes más esperado para recuperar lo perdido en un año de recuperación lenta, y cargado de incertidumbre; y para las familias se esperaba que este fuera el diciembre del reencuentro seguro, sobre todo para los ya vacunados, después de un 2020 en el que el covid-19 limitó el contacto.Pero surgió ómicron y nos reafirmó, una vez más, lo frágiles que somos para enfrentar lo inesperado. Es normal en el ser humano y la naturaleza.

A pesar de su aparición geográfica esta variante será un problema global. Porque así ha sido el covid-19 desde el inicio. Una pandemia que no distinguió entre países ricos y pobres.

Y ya no basta con cerrar las fronteras a Sudafrica, donde surgió el primer caso, los grandes países deben enviar apoyo, como lo pidió el director del centro de respuesta a las epidemias del país, Tulio de Oliveira: “Esta nueva variante es realmente preocupante a nivel mutacional. Sudáfrica y África necesitarán apoyo (financiero, de salud pública, científico) para controlarlo para que no se propague por el mundo. Nuestra población pobre y desfavorecida no puede estar encerrada sin apoyo financiero”.


Y ya se confirmaron los dos primeros casos en Latinoamérica, específicamente en Brasil, país fronterizo con Colombia. “¡Esta nueva variante parece extenderse muy rápido! En menos de 2 semanas ahora domina todas las infecciones tras una devastadora ola Delta en Sudáfrica”, agrega el director.

Si es más contagiosa, y pone en riesgo incluso a los vacunados, ¿qué medidas tomará el Gobierno nacional? ¿Cerrarán el país nuevamente? ¿Sería sostenible una nueva cuarentena, justo en diciembre?


La noticia esperanzadora es que según dijo a BBC News la doctora Angelique Coetzee, presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica, hasta ahora los pacientes contagiados con la nueva variante ómicron han presentado síntomas muy leves. “Lo que estamos viendo ahora en Sudáfrica, y recuerden que estoy en el epicentro, es extremadamente leve. No hemos hospitalizado a nadie aún. He hablado con otros colegas y el panorama es el mismo”, sostuvo.

Quizás las medidas no sean tan drásticas y la variante se pueda controlar. Pero todo hace parte de la incertidumbre a la que nos sometió desde el inicio el covid-19.

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