La Universidad Nacional sede Caribe, se ha convertido en una pesadilla sin fin. Después de miles de tropiezos por demoras, mala planeación, corrupción y desinterés del gobierno nacional, cuando se pensaba que todo se solucionaría, vuelve y se enreda la pita. Una obra con un costo, hasta el momento, de $38.000 millones más una adición de $13.000 millones, entregada por el gobierno Monsalvo a un contratista de Cartagena que usó hierro de mala calidad y cemento vencido, además de una serie de irregularidades que le han valido varias investigaciones; ahora, para terminar la obra exige $18.000 millones más, según se divulgó la semana anterior en la Asamblea Departamental.
Surgen entonces varias preguntas ¿De dónde van a salir esos recursos? ¿Le entregaría usted $18.000.000 millones más a un contratista que ha demostrado todo tipo de marrullerías? ¿Por qué ‘Popo’ Barros, diputado de la casa Monsalvo, cuestiona al contratista que antes era el consentido? ¿Será que lo quieren sacar para entregarle la adición a otro contratista de Cartagena? ¿Qué dice Federico Martínez, secretario de Planeación de Monsalvo, ahora de infraestructura de Ovalle y cerebro de todo esto? ¿Seguirá el Gobernador Franco Ovalle agachadito y sumiso con este caso y soltará la nueva adición así de chévere? ¿Será que la nueva adición es lo que le faltó al contratista por la mordida del primer contrato? Aunque no garantiza nada, vale la pena destacar la veeduría para que la Universidad Nacional siga con la interventoría, integrada entre otros por el contralor Edgardo Maya, quien a propósito, ya que está tan preocupado por la Universidad, sería bueno que nos explicara el tema de la vía al municipio de La Paz que quiso construir Pepe Castro hace varios años y a la cual él se opuso tajantemente, también que diga si recibió recursos por esas tierras en aquella época, muchos dicen que sí. Esta obra debe ser retomada por el gobernador Ovalle para integrar el área Metropolitana con San Diego y La Paz, a través de una megavía que involucre a la Universidad y al Parque Lineal del río Guatapurí proyectado por Findeter; también pensar en un tren de cercanías que facilite el desplazamiento de los estudiantes y ubique a la ciudad como eje universitario, con un verdadero campus, además de desarrollar la zona, conectándola con el terminal de transportes, el aeropuerto hasta el centro de Valledupar, eso sí, si el Contralor Maya y los demás gamonales no se vuelven a oponer para que no le molesten sus vaquitas.
La interventoría de la Universidad Nacional fijó un plazo de dos meses para ver avances, no quiero desilusionar al rector Mantilla, pero me temo que con este anuncio del contratista que no dio la cara en la Asamblea, no se sabe a ciencia cierta cuándo se resolverá este lío, porque una adición de este tipo puede demorar, además hay que traer al hermano de Manolo Duque de Cartagena para que haga el pliego y puede ocurrir algo parecido a la vena rota de Reficar o el túnel de la línea que eran adiciones, sobre adiciones; aunque esta es una obra simple, unos salones y una biblioteca. Duele que un proyecto tan bien intencionado haya tenido toda clase de contratiempos, únicamente por la voracidad de la corrupción que carcome a Colombia.
Por Jacobo Solano C.
@JACOBOSOLANOC