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La última foto con su papá

Foto cortesía Eliécer Ortiz / EL PILÓN.

‘Mi gran amigo’, la canción del compositor Camilo Namén Rapalino vuelve a tomar la mayor relevancia para el joven Luis Alberto Castillejo Flórez, cuando vivió en carne propia el dolor por la partida repentina de su padre Alberto Luis Castillejo Mercado. Todo sucedió en La Loma, Cesar, en medio del cierre del Festival de Canciones Samuel Martínez, cuando en un acto de intolerancia y por no permitir que un desconocido bailara con su compañera, y después de recibir golpes, insultos e improperios fue apuñalado.

El recuerdo más grande de su papá, lo tiene Luis Alberto, cuando dos horas antes del suceso le pidió que se tomaran una foto y el viejo accedió sin pensar que sería la última. Él, mira la gráfica, se hace varias preguntas que no tienen respuesta inmediata, llora y repite como en la canción: “Tan bueno y tan noble como era mi padre y la muerte infame me lo arrebató. Esos son los dolores y las penas tan grandes que a sufrir en la vida le pone a uno Dios”.
La foto a padre e hijo, la tomó en la plaza principal, Eliécer Ortiz, y según el registro de la cámara digital exactamente fue el miércoles 17 de julio de 2013 a la 1:32 minutos de la mañana.

“Le pedí a mi papá que se tomara una foto conmigo y accedió. Lo noté feliz y nunca pensé que estaba próximo a despedirse de la vida. Mi papá debió morir de viejo rodeado del cariño de sus hijos y sus nietos y no de esa manera infame que ha sido rechazada por toda la comunidad”, dijo Luis Alberto Castillejo Flórez, quien cuenta con 17 años.

Ahora todos son recuerdos de este hombre trabajador, cuyo oficio era carretillero, y con el cual mantenía a sus dos familias, la primera con Elba María Flórez Escobar, con quien tuvo cinco hijos: Karen, Carlos Alberto, Carmen Elena, Senaida Mercedes, Luis Alberto, y la segunda con Erika Perales Lobo, de cuya unión nació Naileth Paola, quien cuenta con cuatro años.

Las lágrimas y el dolor de sus familiares y amigos no cesan porque Alberto Luis Castillejo Mercado, partió sin merecerlo y todos expresan que era bueno, sano, noble, trabajador y que solamente quiso divertirse con su compañera Erika, escuchando los cantos de Farid Ortiz, sin pensar que esa madrugada lo estaba buscando la muerte.

Cuando sucedió el hecho luctuoso, el joven Luis Alberto Castillejo Flórez, descansaba en su hogar y al recibir la noticia, no creía que su papá, ese mismo que hacía poco le había sonreído para la foto, ahora estaba serio, callado y camino a la otra vida.

En la memoria de su hijo Luis Alberto, quedó estampada la alegría que tenía su padre por la presentación de Farid Ortiz en La Loma, e incluso pasó los días anteriores haciéndole propaganda.

“A mi papá le encantaba la música de Farid Ortiz, ese gran artista conocido como ‘El Rey de los pueblos’. Él, era gran amigo de don Gerardo Ortiz Sierra, el papá del cantante que vive acá en La Loma, y le gustaba mucho la canción ‘Se acabaron’. Su gran ilusión era verlo en la tarima y bailar y cantar sus canciones”. Las lágrimas no lo dejan proseguir con su relato.

Seguidamente hizo un paseo por todo lo que significó su padre y manifestó que siempre fue amoroso, responsable, trabajador y buen consejero. Recalcó que nunca comulgó con las cosas mal hechas, ni con la violencia.
Entonces se lo pinta en su labor cotidiana donde se ganó el cariño de la gente y que lo convirtió en un héroe del trabajo informal. Ese mismo con que levantó a su familia y que lo mantenía ocupado todos los días.

A sus 45 años concluyó su paso por la vida y afloran los recuerdos disfrutando de una fiesta colectiva a la que estaba invitado, pero también el suceso donde en un abrir y cerrar de ojos se vio involucrado en una disputa por defender a su fiel compañera y la cual nunca buscó, y cuyo saldo arrojó el más grande dolor para los suyos.

Mi gran amigo
La asistencia a su sepelio fue multitudinaria y nuevamente se hizo sentir el rechazo por este hecho que enlutó a una numerosa familia de la región y que dejó dos viudas y especialmente seis huérfanos que vuelven a repetir como el compositor Camilo Namén: “Mi padre fue mi gran amigo, mi padre fue mi amigo fiel, mi padre se jugaba conmigo y yo me jugaba con él”.

Por Juan Rincón Vanegas
juanrinconv@hotmail.com

 

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