X

De la tranquilidad a la zozobra y algo más…

Solía ir mucho al corregimiento de Casacará a jugar futbol, pero me pasaba como a mi amigo Fernando Ribón Tafur, cada vez que llegaba al pueblo no me quería regresar a Codazzi, por su tranquilidad.

Fernando y yo jugábamos futbol en los mismos equipos de Codazzi, él era un futbolista organizador en el medio campo y con sus piernas curvas driblaba a todo el mundo. En Casacará nos respetaban y cuando nos juntábamos en el área chica, “bailábamos” a los contendores. Fernando –así como yo- está en Valledupar, trabaja en el Idreec y aún con sus “patas” volteadas como le decía Jorge Ríos –otro futbolista del barrio Primero de Mayo de Codazzi- junto al ‘Papi’ Celedón y Jaime Alvarado ‘El Cocora’, Fernando, –repito- aún se pone los tacos. Recuerdo que Jorge Plata Fernández era un animador de los futbolistas codacenses.

Uno no tenía nada que ver con alcaldes, tampoco caminaba uno vigilante para evitar un atraco a plena luz del día como pasa ahora en Valledupar y era común que yo usara un anillo de oro que me regaló mi mamá Dominga, una vez que regresé de vacaciones del Liceo Celedón de Santa Marta.

A los amigos en Codazzi como a Oscar Guerra, Aníbal Guillermo González, Hernán y Octavio Gómez, les importaba mucho sus amistades y la honradez; a todos los muchachos del pueblo nos gustaban las fiestas, pero trabajábamos en los negocios de nuestros padres o en las desmotadoras de algodón y teníamos plata para gastar. Ahora hay una manada de atracadores muy jóvenes.

Y digo que a uno no le importaba tampoco el tema político a pesar que uno escuchaba los afanes entre los liberales ‘Pepe’ Castro y Alfonso Araujo Cotes, por apostar quienes hacían más obras en el Cesar sin robarse un peso. Ahora uno no sabe quiénes roban más y las obras son onerosas e insulsas otras, todas inconclusas.

Uno pasa ahora por los pueblos del Cesar y encuentra mucha miseria. A los alcaldes les importa un carajo los hospitales como el de Chiriguaná que se lo terminaron de robar en los últimos ocho años o el de Codazzi que no es ni la sombra de lo que era cuando estuvo allí el médico Jaime Barros Pimienta, porque ya ni cesárea hacen.

El pueblo de Chiriguaná está cansado de tantos engaños. En los últimos años la Alcaldía ha sido saqueada. Esa señal de inconformidad provocó la protesta de la gente con un saldo reprochable: un muerto, Naimen Lara, 35 años, docente de Educación Física del corregimiento de La Sierra, a quien le dieron tres tiros, mientras los políticos que se han robado el erario público hoy están libres y rascándose las barrigas junto a sus familias.

Uno espera que la Fiscalía haga algo para investigar y acusar, para que siquiera paguen con cárcel los delincuentes, pero no. Pasamos rápidamente de la tranquilidad a la zozobra.

Uno se imagina que tampoco ahora pasará nada con la designación del nuevo Fiscal Néstor Humberto Martínez, de quien se afirma es un máster burócrata, quien tendrá mano tendida no solo para el gobierno del Presidente Santos, sino para los del pasado como Álvaro Uribe Vélez y el que se promociona como el de Germán Vargas Lleras. Seguramente la mermelada se servirá en bandejas grandes, muy propias para una democracia que perturba a todos, menos a los políticos que siguen desmoronando lo poco que queda. Hasta la próxima semana.

Categories: Columnista
Aquilino_Cotes_Zuleta: