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Boxeador Cesarense ‘La sombra’ quiere brillar en casa propia

En un racho de tabla, vive junto a su familia, el joven pugilista que aspira tener una casa propia que le sirva de estímulo para seguir dándole triunfos al Cesar.

A la espera de una solución de vivienda, se encuentra Jefferson Sinesterra, uno de los dos campeones juveniles de boxeo que tiene el departamento del Cesar.

Con el firme compromiso de cosechar más triunfos para el Cesar, el joven boxeador, Jefferson Sinesterra, “La Sombra”, celebró la grata noticia que le dio el gobernador del Cesar: le dijo que tendría una casa propia, gracias a sus logros.

La joven figura del boxeo cesarense, dijo ayer a EL PILON que el gobierno departamental  está haciendo los trámites para regalarle a una casa y le agradeció el gesto al mandatario quien le dio la buena nueva a Jefferson durante una reunión con líderes del deporte la tarde del miércoles. 

“El gobernador  me dijo que la casa se va a dar muy pronto y que espera que yo siga dando  más resultados.  Mi mamá esta alegre y yo siento también alegría y con orgullo y quiero traer más medallas para el Cesar”. 

‘La Sombra’ se alista para viajar a Perú donde participará en el     Campeonato Suramericano de la Juventud en Lima, y diariamente entrena bajo la tutoría de Manuel Prescott quien ha sido el guía durante su carrera boxística que comenzó a los nueve años.

“A mi mamá no le gustaba que yo practicara el boxeo, por los golpes, y decía que no daba plata. Ahora sí me apoya y dice que si no estuviera en el boxeo, yo fuera un gamín u otra persona”.

El triunfo

El pasado 23 de junio,  siete  boxeadores cesarenses participaron en el Campeonato Nacional Juvenil de Boxeo en Dagua, Valle del Cauca donde dos de ellos, Jefferson Sinesterra y Hernán Alarcón, ganaron medallas de oro y fueron seleccionados para participar en los Juegos Suramericanos de la Juventud 2013 que se realizarán en Perú.

Al llegar a Valledupar, los jóvenes fueron recibidos  en  medio de aplausos, lágrimas, pancartas, pitos, y gritos en la Terminal de Transportes luego de un viaje de más de 20 horas en carretera. 

El entrenador, Manuel Prescott y Ramiro Gutiérrez, presidente de la liga de Boxeo del Cesar, quienes llegaron junto a los pugilistas, también fueron ovacionados por el público. 

Para esa fecha, su mamá, Sandra Patricia Sinisterra, dijo a EL PILON que “cuando me dijeron que Jefferson había ganado casi me da un infarto”.

Frente a la representación del departamento, dijo la madre del pugilista, que “el siempre representa al Cesar y lo ha hecho bien hasta el momento. Espero que todo en la vida salga bien”. 

De Buenaventura

Jefferson, de 16 años, nació en Buenaventura, Valle del Cauca, pero representa al Cesar hace más de siete años en los cuadriláteros y reside en una humilde vivienda en el barrio Nueve de Marzo. Sandra Sinesterra salió de su tierra natal por la difícil situación que agobiaba la población y así llegó a Valledupar en busca de un mejor bienestar para sus cinco hijos residenciados en Buenaventura pero que después llegaron la capital del Cesar.    

El pugilista, es el segundo de sus hermanos, y su pasión por el boxeo lo hizo dejar a un lado el estudio. La primera vez que subió a un cuadrilátero no sabía cómo enfrentar a su rival, en un programa de la Alcaldía de Valledupar denominado 'Boxeo al Parque' saltó a las cuerdas en un ring ubicado en la plaza Alfonso López, y de manera extraordinaria derrotó a su contendor. 

A su madre le preocupa el abandono de los estudios porque este joven está entregado totalmente a su boxeo. “Él no estudia, a mí me parece mal porque yo le dije que siguiera estudiando y ahí mismo boxeara. Le dije que estudiara los sábados y tampoco quiere porque él dice que quiere ser es boxeador”. 

La Casa

El joven que con sus puños le ha dado gloria al Cesar, habita en el sector de Nueve de Marzo, en una pieza de tabla de aproximadamente de cuatro metros cuadrados. En ese mismo espacio, divido por una cortina, funciona sala, cocina y dormitorio con sólo dos camas donde duermen él, sus cuatro hermanos, y su mamá.

Allí pasa sus días este pegador que solo sueña con los puños y los rines, que está empecinado en seguir ganando medallas y dándole triunfos a la tierra que le devolvió las ganas de vivir a su familia desplazada por la violencia. 

En su rancho de tabla Jefferson  solo sueña con los puños y los rines, y está empecinado en seguir ganando medallas y dándole triunfos a la tierra que le devolvió las ganas de vivir a su familia desplazada por la violencia. 

Cuando no está entrenando en la sede de la liga de Boxeo, el campeón juvenil lo hace en su humilde rancho, ante la vista de sus hermanos y vecinos que cada día lo impulsan a seguir adelante en su carrera. 

La zona donde vive Jefferson es un asentamiento de alto riesgo en la margen derecha del río Guatapurí, allí se radicó su mamá porque en el barrio El Carmen, donde vivían inicialmente, les cobraban muy caro el arriendo de un cuarto.  

Aparte de la promesa del gobernador en conseguirle una casa al boxeador y a su familia, este joven tiene también puestas las esperanzas por los lados de Fonvisocial ya que adelanta trámites para obtener una vivienda  mediante esta entidad.  

 

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