Estamos en época pre-electoral y hay unas personitas que no votan y entonces son olvidados. Los niños y las niñas. Por eso, desde Cesore vamos a hablar por esa niñez, que en el Cesar está mal atendida, que los resultados son preocupantes y que merecen que los candidatos estructuren políticas públicas, con programas, proyectos y sobre todo con presupuesto para ellos. Aquí es dónde debe estar invertida la plata, que se despilfarra en obras faraónicas de poca prioridad y sí de muchas dudas en su ejecución.
La Primera Infancia, definida como la etapa de los primeros 5 años de vida, corresponde a uno de los periodos más importante en el desarrollo socioemocional y cognitivo de una persona. La literatura social y psicológica ha estudiado desde hace varias décadas que los eventos ocurridos durante esta etapa determinan en gran medida las decisiones en el resto de la trayectoria de vida de los individuos. Es por esto que las instituciones y entidades territoriales deben apoyar e implementar políticas públicas que permitan mejorar las condiciones socioeconómicas de los menores, para así garantizar mejores resultados en el mediano y largo plazo de la sociedad en conjunto.
Mueren anualmente 340 niños menores de 4 años en el departamento y la tasa de mortalidad en la niñez del Cesar es 50 % mayor que la nacional
Dicho esto, el primer análisis – y siempre usando fuentes oficiales en este caso Dane- Estadísticas Vitales y Forensis-Medicina Legal – se hará sobre la tasa de mortalidad durante la primera infancia, definida como el número de muertes por cada 100.000 menores de 4 años. Para el caso del Cesar, esta tasa ha oscilado en cerca de 30 puntos desde el 2012, lo que representa en promedio 340 muertes por año (Gráfica 1).
Si bien los esfuerzos nacionales para evitar la mortalidad en la niñez han llevado a una reducción de casi 3pp durante los últimos 8 años en Colombia, disminuyendo de 22 hasta 19 puntos, en el caso particular del Cesar ha alcanzado tasas cercanas a 35 puntos, como ocurrió en 2012 y 2016 y el último dato es de 30 puntos en 2018, 50 % más alta que la media nacional.
Aunque estos resultados son preocupantes a nivel regional, en términos comparativos lo son aún más. Para el 2018, el departamento no solo estuvo muy por encima de las cifras nacionales, sino que presentó la quinta tasa más alta en Colombia, después del Chocó, La Guajira, Amazonas y Guainía (Gráfica 2).
Si el Cesar tuviese la tasa de mortalidad de Caldas, que es el departamento que mejor se comporta, se hubiesen salvado la vida de 226 niños el año pasado.
El 43 % de las muertes de los niños/as que fallecen antes de los 4 años, ocurren en el primer mes de nacido.
Ahora bien, con el fin de combatir la mortalidad infantil en el departamento es importante identificar las causas principales de esta, pues así es posible guiar las políticas públicas en el sector de la salud y centrar las acciones más eficientemente. Dicho esto, el primer resultado importante para mencionar es que del total de las defunciones ocurridas antes de los 4 años, cerca del 50 % ocurren en el primer mes de vida (Gráfica 3).
Para el 2018, en el Cesar se registraron 145 muertes durante los primeros 30 días de nacido y según el Dane, el 46 % de estos casos obedecen a trastornos respiratorios e infecciones específicas del período perinatal. De acuerdo con la evidencia, lo anterior puede estar relacionado a los altos niveles de pobreza registrados en el departamento (43 % en 2018), pues esto dificulta el acceso a los servicios de salud, especialmente en la etapa de cuidado y atención medica durante el periodo del parto y posnatal. Así es de gran importancia que el Cesar fortalezca las acciones de prevención, para mejorar las cifras de mortalidad durante el primer mes de vida.
El 4 con mayor mortalidad infantil.
Adicional a lo anterior, hay otra conclusión que se deriva de este análisis.
Para el 2018, las principales causas de muerte en niños menores de 4 años fueron malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas (18,8 %); trastornos respiratorios específicos del periodo perinatal (14,1 %); y deficiencias nutricionales y anemias nutricionales (11,78 %). Dentro de estos se destaca el último caso, al tratarse de eventos relacionados con factores socioeconómicos y no a circunstancias biológicas o ambientales como los dos primeros. Desde el 2013, la tasa de mortalidad asociada por desnutrición en la primaria infancia ha aumentado en casi 7,7pp en el Cesar, lo que corresponde a un incremento de 13 a 40 casos en 5 años (Gráfica 4).
Esta tendencia ha llevado a que la brecha respecto al nivel nacional también se esté incrementado en el tiempo, pues en Colombia el comportamiento de este indicador ha sido relativamente estable. Además, al hacer el análisis comparativo departamental (Gráfica 5) se observa que el Cesar tiene la cuarta tasa más alta de mortalidad atribuida a esa causa, hecho que muestra la urgencia sobre la implementación y formulaciones de política pública en la región para mejorar la situación de nutrición durante la primera infancia.
Violencia contra niñez
Si bien los indicadores de mortalidad infantil han sido desfavorables para el departamento, se destaca que en el Cesar los eventos relacionados a la violencia intrafamiliar hacia la Primera Infancia son bajos. Es interesante ver que, de hecho, el comportamiento de este indicador es inverso al nacional (Gráfica 6), pues mientras en Colombia se reportan cada vez más casos de violencia en niños menores de 5 años desde el 2013, en el Cesar se ha evidenciado un mejoramiento del mismo.
En línea con esto, para el 2018 la tasa del Cesar estuvo casi 27pp por debajo de lo que mostró Colombia y se ubicó como uno de los departamentos con la tasa más baja (Gráfica 7). Aun así, la tasa del 2018 corresponde a un total de 20 casos de maltrato infantil en el Cesar, por lo que se debe seguir interviniendo.
Partos de menores de 14 años
En el 2018 nacieron 246 bebés de niñas menores de 14 años. Los anteriores resultados derivan en múltiples consecuencias adversas. Esto se puede ejemplificar con los datos de la gráfica 8, donde se muestra la proporción de nacimientos que corresponden a madres entre 10 y 14 años. Para el caso del Cesar, esta proporción ha estado históricamente muy por encima de lo que reporta Colombia (Gráfica 8) y gran parte de los otros departamentos (Gráfica 9).
Para el 2018, el Cesar registró 246 casos, lo que corresponde al 1,14 % del total de nacimientos en ese año. Esta cifra, debe preocupar en el sentido que la mayoría de estos casos están vinculados a la violencia sexual que se ejerce sobre las niñas y adolescentes. Además, para estas jóvenes habrá más barreras para salir de la pobreza y acceder a mejores oportunidades económicas, pues un alto porcentaje de ellas desertan del estudio y, por ende, tendrán un mercado laboral más estrecho en el futuro.
La conclusión es una sola: la infancia y la niñez en el Cesar necesita mayor atención y mayor cuidado. Esperamos del próximo gobernador (a) una política pública de atención a la infancia, que sea integral, que sea incluyente especialmente para los más pobres y necesitados y sea efectiva en cuanto a respaldo presupuestal para sus planes y programas.
Por: Cesore