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La Sierra vs el Bilingüe

Al émulo o rival no se le vence evadiéndolo, sacándole el cuerpo o huyéndole. No, hay que enfrentarlo para poder superarlo, al toro para vencerlo hay que agarrarlo por los cachos y doblegarlo.

Me parece inaudito, increíble y absurda la determinación tomada por las Directivas Administrativas del famoso Colegio Bilingüe de prohibirle a sus profesores el intercambio académico, cultural o deportivo con los alumnos del reciente y próspero Colegio ‘La Sierra’, y creo que los miembros de su Junta Directiva desconocen esta orden que le quita a la población estudiantil, padres de familia, abuelos y amigos el grato placer de ver enfrentados a sus hijos y nietos en un gran clásico de actividades culturales, académicas y deportivas, tal como acontece históricamente con el Loperena e Instpecam, Gimnasio Moderno y Santa Fe, a nivel nacional Millonarios y Santa Fe, Junior y Unión Magdalena, internacional: Barcelona y Real Madrid y continental: Brasil–Argentina.

¿Qué culpa tienen esos muchachos para tenerlos aislados y distanciados por una simple animadversión de los dueños del Bilingüe a La Sierra? No hay razón para que esa situación trascienda a la población estudiantil, es casi pecaminosa esa absurda actitud.

El colegio La Sierra tiene una hermosa y reglamentaria cancha de fútbol para inaugurar, que inmerecidamente fue bautizada con el nombre de José Manuel Aponte Martínez, a secas, José Aponte, y se me ocurrió decirle al profesor de Educación Física y Deporte que lo podíamos hacer con un partido con el Bilingüe y fue cuando me informó de esa situación y hoy, sin autorización de los Directivos de La Sierra hago pública esta invitación para que se inicien las relaciones y confrontaciones culturales y deportivas entre los serranos y los bilingüistas y podamos tener el gusto de irlos a ver. Esperamos respuesta.

ADENDA: Absurdo e ilógico el secuestro de mi amigo y hermano Manuel Ángel Osorio, un hombre que vive en función de servirle a la gente, un hombre pobre, que solamente tiene su pensión, que a pesar de ser buena, no le alcanza, pues la reparte entre sus familiares necesitados y amigos; su “Hacienda” tiene 30 hectáreas de cerros, sin una vaca, ni un chivo, pocas gallinas y algunos gallos finos, escasos frutales y los pedazos buenos que tiene se los entrega en forma gratuita a campesinos que siembran cebolla, maíz y pancoger, sin ninguna participación para él, el resto son unos rastrojos, casi montañas que no las toca para que los manantiales no se sequen y la gente de González pueda coger agua limpia y potable cuando no la hay en el acueducto.

¿Sabían sus captores esto sobre Manuel Ángel? Yo creo que no y como tal deben de aceptar que se equivocaron y procedan a dejarlo en libertad, porque también por su avanzada edad es enfermo y requiere de oportunos medicamentos. Ojalá lean este artículo y accedan a esta petición. 

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