En Colombia prevalece la cultura indígena como patrimonio y riqueza nacional y por todo lo que ella representa para la misma sostenibilidad de una ecorregión como la Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM) que viene siendo amenazada. No obstante, los esfuerzos institucionales versus el pensamiento indígena, su cosmovisión, que no ha sido permeada en las políticas públicas ni en las prioridades institucionales, aunque esto se ha traducido en poco entendimiento para la gestión ambiental del territorio indígena y cuya consecuencia trae como resultado lo que hoy estamos viviendo y a eso sumémosle el cambio climático que asegura la perdida casi total del casquete de hielo y la gran devastación del páramo que provisiona de agua a los moradores de la SNSM.
Jorge Luis Ceballos, un glaciólogo experto del Ideam, acaba de presentar un informe que dice “La Sierra Nevada de Santa Marta hace parte de ese 2 % del total de glaciales tropicales del mundo y es el segundo glaciar más grande del país, que a finales del siglo XIX tenía tres grandes picos de hielo que sumaban 83 kilómetros cuadrados, de los cuales ya solo quedan hoy 6,7 kilómetros cuadrados, repartidos en 38 pequeños fragmentos. El 92 % de la nieve de la Sierra, ya no existe. Aunque en Colombia no se depende de los glaciares para el suministro de agua, es fundamental para la vida de comunidades indígenas, sobre todo porque permiten la existencia de varias especies nativas. Es muy posible que la próxima generación ya no pueda ver la Sierra coronada con nieve”.
La Sierra Nevada de Santa Marta es la fábrica de agua más importante de la costa Caribe, da origen a cerca de 35 cuencas hidrográficas y más de 750 ríos y quebradas.
Suena algo particular escuchar a las comunidades indígenas asentadas en las Sierra cuando comentan sobre la pérdida significativa del caudal de sus ríos y la deforestación de sus bosques. ¿Por qué siempre culpan a los llamados hermanos menores? ¿Qué los motiva a repetir insistentemente el mismo estribillo? Pienso yo, que habrá que detener sus llamadas quemas tradicionales, neutralizar las talas y bajar del páramo a los animales de pastoreo que hoy están aniquilando por completo la producción de agua con la que los ríos esperan llenar sus caudales.
Aunque también es cierto que la tala indiscriminada es causada por los colonos asentados en la SNMS, para establecer cultivos ilícitos, esta es otra realidad que se suma a los grandes problemas ambientales que se evidencian en la pérdida de más del 80 % de la cobertura vegetal boscosa de la Sierra y con ello la erosión y sedimentación de las cuencas hidrográficas.
Ceballos también comento: “Es necesario llamar la atención, porque en la Sierra Nevada de Santa Marta se están extinguiendo muy rápido sus pequeños glaciares. Sus 6.7 Km2 actuales podrían desaparecer en el transcurso de los próximos 30 años. La Sierra Nevada de Santa Marta ha perdido en el último año (2016 -2017) un 5.5 % de su área glaciar, lo cual sobrepasa lo estimado a nivel nacional que es del 3 a 4%”.
Desde agosto de 2015 el Ideam inició un proyecto denominado “Monitoreo de glaciares Tropicales Andinos en un contexto de cambio climático”, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo y cuyos beneficiarios fueron Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, cuyo objetivo era fortalecer los sistemas de observación de glaciares en cada país y unir esfuerzos para comprender el proceso de su derretimiento y conocer sus impactos en el recurso hídrico.
Para ello el Ideam postuló a la Sierra Nevada de Santa Marta pretendiendo la instalación en la alta montaña de una estación meteorológica de alta tecnología, con el objeto de adquirir datos básicos del clima, pero aún no ha sido posible que la comunidad arhuaca facilite su instalación, a pesar de que su única finalidad es determinar alertas tempranas y poder monitorear las condiciones climáticas de la SNSM para favorecer el bien estar de los pueblos.
El POMCA (Plan de Manejo y Ordenamiento de una Cuenca) es un mecanismo de planificación ambiental, previsiva e integral, que busca la preservación, mantenimiento y un adecuado equilibrio social, económico y de conservación del ecosistema de la cuenca en el que se incorpora la gestión del riesgo como eje transversal.
La realidad que existe hoy es que el POMCA del rio Guatapurí no ha podido iniciar gracias a la falta de coherencia de quienes representan los cuatro pueblos; sin embargo, se llegó a un acuerdo con Corpocesar que destraba la anterior pretensión, en la que solicitaban la suma de 1.600 millones de pesos por el desarrollo de una Consulta Previa, costo por demás absurdo y que fue cambiado por un lineamiento conceptual llamado ‘Enfoque diferencial’, en el que invertirán 600 millones que permitirán la incorporación del enfoque étnico, en una articulación constante, entregando desde el conocimiento ancestral los diferentes instrumentos para el desarrollo de la región y garantizar su ejecución y su seguimiento.
Aunque el gobierno destina mínimos recursos en las soluciones de la problemática ambiental, y si le adicionamos, la falta de coordinación interinstitucional donde se genera pérdida de recursos, de esfuerzos y de tiempo, va a ser difícil ver cambios positivos. Creo que mientras los pueblos indígenas y campesinos que habitan la SNSM no los convoquen a una verdadera concienciación ambiental, va a seguir el deterioro gradual y fatídico de la Sierra Nevada y con ello todo el desastre que se avecina.
Por Miguelángel Sierra
@biosierra
Evolución del área glaciar en Colombia
Año Volcán Nevado del Huila (Km2) Volcán Nevado del Tolima (Km2) Volcán Nevado Santa Isabel (Km2) Volcán Nevado del Ruiz (Km2) Sierra Nevada de El Cocuy ó Güicán (Km2) Sierra Nevada de Santa Marta (Km2) Área glaciar total (Km2) 1850 33,70 8,60 27,80 47,50 148,70 82,60 349 1958 17,36 2,70 9,51 21,24 38,18 19,40 108 1986 14,57 1,64 6,51 17 31,46 13,54 85 2010 9,7 0,74 1,80 9,7 16,30 7,4 46 2016 7,5 0,62 1,01 7,33 13,61 7,1 37 2017 – – – – – 6,71 Pérdida anual
(%) 2 4 7 4 4 2 4% Fuente: IDEAM 2017