X

La salud mental de un corrupto

Muchos han sido los casos de corrupción en el país, por ejemplo: el Cartel de la Salud, el Cartel de la Salud, el “Carrusel” de la Contratación, el escándalo de Odebrecht, la JEP, el de los magistrados, jueces y fiscales. Aquí en Valledupar se han dado varios casos de corrupción también. Pero aquí no hay justicia, bien lo anota el columnista Jacobo Solano que dice: “Este país está jodido, no hay justicia y la poca que hay se la quieren aplicar a los más pendejos”. Y cuando se habla de salidas, se suele plantear la necesidad de una vigilancia más estricta o fomentar una mejor educación. Poco analizamos la salud mental de estos corruptos que todos sabemos quiénes son a nivel nacional y en Valledupar. Conocemos sus nombres y apellidos

Siempre me he preguntado: ¿Qué lleva a un profesional con un alto cargo, buen sueldo y reconocimiento público al soborno o la “mordida”? ¿Qué induce a la persona a trocar los comportamientos éticos por acciones perversas y corruptas? He pensado que la respuesta puede estar en la cabeza. No es que la corrupción sea un trastorno mental, sino que existen personas predispuestas o ella.

Los corruptos son personas que tienen dos tipos de trastornos: Narcisista –egoísta o antisocial definido como fanfarrón. Se trata de personas explotadoras, abusivas que en su dinámica mental no tienen en cuenta la ética global. Sienten vergüenza al escarnio público pero no arrepentimiento.

Durante la niñez se forma el futuro psicológico de la persona. En esa etapa el ser humano empieza a entender quién es él y quién es el otro. En ese andar, el niño comienza a incorporar valores, a formar el superyó. Se le dirá qué es lo bueno y lo malo. Y lo hace casi sin darse cuenta, puede ser va en el carro con sus padres y nota cómo se cruzan el semáforo en rojo porque nadie los está viendo o se detienen a cumplir la ley.

Los corruptos son conscientes de lo que hacen. Por eso hay que darles una pena u ofrecerles un tratamiento. Es tan corrupto el acto de robarle millones al Estado como el de no responder por la alimentación de su hijo.

¿Qué tanto le sirve a estos corruptos un tiempo en la cárcel o una psicoterapia? Es difícil responder si una persona que ha cometido un acto de corrupción necesariamente va a volver a hacerlo. Si no existe en ellos un cambio intrasíquico, lo seguirán haciendo. Ejemplos hay muchos. Por eso, en algunos casos, las sanciones tendrán que ser permanentes o largas, sin casa por cárcel. Estos corruptos nunca más se deben acercar a las áreas del Estado, por ejemplo, porque si lo vuelven a hacer, seguro vuelven a meter la mano.

Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: es el mes de la mujer, sería bueno que tanto la Gobernación como la Alcaldía fijen políticas y programas donde se impulse la prevención y atención a la violencia contra la mujer.

Se está organizando en la tertulia del Turco Pavajeau una reunión con la presencia del actual comandante del Departamento de Policía, el coronel Lácides Ramos Blanco. Se aprovechará ese momento para convocar a una asamblea de socios bajo la presidencia del agrónomo Augusto Socarrás y la vicepresidencia del abogado Carlos Céspedes. Presidirá la asamblea el presidente vitalicio Roberto Pavajeau. En la próxima columna nos referiremos a ella.

Los comparendos contra quienes conducen en estado de embriaguez han venido disminuyendo. Se debe a la normativa que rige, al imponer mutas muy altas que llevan al conductor a pensarlo dos veces antes de manejar después de ingerir licor. Un conductor embriagado es un criminal al volante.

Categories: Columnista
Alberto_Herazo: