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La Ruta del ‘Cacique’

Diomedes Díaz Maestre.

“El 26 del mes de mayo, nació un niñito en el año 57, y allá La Junta fue bautizado y hoy se conoce con el nombre de Diomedes. En Carrizal, tierra de poetas, cerca del pueblo, nació el cantor campesino y desde entonces, he venido con gran placer y cariño representando mi herencia”

Este fragmento con el que inicia la canción El 26 de Mayo del cantautor Diomedes Díaz, cuenta aspectos generales del lugar de su procedencia. En el resto de la canción, le cuenta a sus seguidores, su vida desde su nacimiento hasta llegar a la fama convirtiéndola, tal vez, en su más famosa composición.

Contar su vida, después de su muerte, ha sido una constante entre sus amigos, familiares y admiradores más cercanos. Y tal vez por eso, y por lo que aún falta por contar y por conocer de la vida del “Cacique”, la Gobernación del Cesar dio el primer paso en un proyecto que busca llevar a los admiradores y fanáticos de Diomedes, por los lugares que hicieron parte de su vida.

El recorrido que busca convertirse en un futuro en una ruta turística, implica un trabajo integral, en donde lo que se pretende y requiere es tener vías en buen estado para que puedan llegar hasta los diferentes lugares todo tipo de vehículos, organizar sitios de alojamiento, seguridad e infraestructura.

El recorrido incluye visitas a municipios del Cesar y La Guajira, mientras se ahonda en la vida personal, familiar y artística del “Cacique de La Junta”.

El recorrido

La ruta inicia desde Valledupar, ciudad donde se consolida la vida artística de Diomedes y donde se concentran sus más cercanos amigos y la mayoría de sus familiares. Parte hacía el corregimiento de Badillo, lugar cercano en el que encuentra su finca Las Nubes, donde el Cacique componía sus canciones, y por lo general seleccionaba las que quería grabar.

Fue además una de las fincas donde buscó refugio después de su huida por la muerte de Doris Adriana Niño. En ese lugar, se conservan los objetos que hacen parte de su habitación, y además, como detalle especial, una pequeña casa que construyó en medio de una quebrada que pasa por el lugar. Ese espacio lo convirtió en el sitio donde se bañaba y pasaba largar horas refrescándose.

“Entre La Junta y Patillal, sobre lomas y sabanas, hoy canto versos del alma, cuando empiezo a recordar”.

Al salir de la finca, el recorrido hace una parada de rigor en Patillal, para llegar hasta Carrizal, donde nació Diomedes. Ahí se adecuó una casa de bareheque para simular las condiciones en las que nació al lado de sus padres. Su ubicación se encuentra a escasos metros de donde él les construyó una casa digna a sus progenitores y que su familia adecuó como un museo en el que reposan algunas pertenencias del ‘Cacique’, entre ellas: su ropa, y la primera cama que compró en su matrimonio con Patricia Acosta.

El camino continúa y los viajeros se detienen en un sitio especial. La Junta es el escenario donde nació la historia de amor más importante en la vida de Diomedes. Ahí se conoció con Patricia Acosta, la mujer que lo acompañó durante 30 años, y en donde nació una de las canciones más famosas de esa época “La ventana marroncita”, ventana en la que el artista vallenato se ubicaba para dedicarle canciones producto de su inspiración y que aún existe, convirtiéndola en un plazo obligado en la ruta musical.

Al salir de ahí, los visitantes continúa su camino hacía el municipio de Villanueva en La Guajira, lugar donde se abre el mundo de la música para el artista ideal que él ya era y donde vivió unos años con unos parientes, además de trabajar recogiendo café, ayudando a un tío, para luego llegar a Valledupar a trabajar como mensajero a Radio Guatapurí.

En ese lugar, también lo desafía la dificultad, porque fue donde ocurrió el accidente que le afectó la visión de su ojo derecho. Ahí recorría el pueblo al lado de sus amigos, cazando y jugando, y un día encontraron un palo de mango que tenía un racimo amarillo y se retaron estableciendo que el que lo tumbara, se quedaría con él. Diomedes, se montó al palo, pero Ico Peñaloza, lanzó con su cauchera una piedra en dirección al racimo, pero lo que hizo fue pegarle en el ojo derecho a su amigo, entrando todos en pánico de inmediato.

El recorrido regresa nuevamente a Valledupar, para finalizar en la tumba en la que reposan sus restos en el Cementerio de Ecce Homo.

De esa forma, el recorrido musical por la vida del ‘Cacique de La Junta’, se convierte en un paseo lleno de historias, en la que en cada lugar, renacen los recuerdos que dieron pie al crecimiento personal y artístico de Diomedes Díaz.

Por Antonio Peralta Nieto 

Categories: Cultura
Periodista: